Sinopsis
‘tick, tick…BOOM!’ cuenta la historia de Jon (Andrew Garfield), un joven compositor teatral que trabaja de camarero en un restaurante neoyorquino mientras escribe el que espera que se convierta en el próximo gran musical americano. Los días previos a la presentación de su trabajo en una función trascendental, Jon se siente presionado por varios frentes: por su novia, Susan (Alexandra Shipp), que sueña con ser artista lejos de Nueva York; por su amigo Michael (Robin de Jesús), que ha abandonado sus sueños en favor de la estabilidad económica; y por la epidemia de sida que causa estragos entre la comunidad artística. Jon, con el tiempo en contra y en plena encrucijada vital, debe afrontar la misma pregunta que todo el mundo: ¿qué se supone que debemos hacer con el tiempo que tenemos?
Crítica de tick, tick…BOOM!
Por fin llega el viernes a Netflix esta esperada película que adapta el musical autobiográfico del artista Jonathan Larson, una auténtica leyenda de Broadway que, y esto no es un spoiler, falleció de manera inesperada justo la noche antes de presentar ‘Rent’, su última creación. Su trabajo revolucionó la forma de hacer teatro musical, pero por desgracia nunca vivió para ser testigo de su enorme éxito. El filme también supone el increíble debut como director de cine del polifacético Lin-Manuel Miranda (Vivo), que además llegó a protagonizar la obra homónima en algún momento de su carrera.
Es más, Larson fue la principal inspiración de Miranda para luchar por sus sueños, por lo que ya desde el principio se nota un profundo respeto, admiración y amor por esta historia que resuena en todos esos jóvenes soñadores los cuales, temerosos, miran directamente a los ojos del tiempo. Exprimiéndolo. Retándolo. Sintiéndolo como una carga cada vez más pesada. Y Miranda plasma todo esto con destreza tanto en los números musicales como en las partes más dramáticas.

El siempre subestimado Andrew Garfield (Los ojos de Tammy Faye), quien además aprendió a cantar para la película, es el encargado de encarnar a Larson en este retrato de la vida del artista neoyorquino medio. A través de una magnífica interpretación, Garfield canta, baila y emociona mientras lo da todo por un personaje ansioso y rebosante de energía que resulta adorable a la par que desquiciante.
En su necesidad de sentirse realizado antes de los 30, su Jon va dejando atrás a sus seres queridos empujado por su irónica obsesión con el tiempo, como si fuera consciente de que su muerte iba a llegar más temprano que tarde. Esto potencia el componente dramático de la cinta ya que, lejos de mitificar en exceso su figura, aquí sus actos resultan más dolorosos que heroicos. A su lado, Alexandra Shipp (Silk Road) está fantástica y pide a gritos protagonizar en solitario un filme decente. Hasta los fans de Vanessa Hudgens ((Re)cambio de princesa) pueden estar muy contentos con su agradable participación.
‘tick, tick…BOOM!’ es una honesta y emotiva carta de amor a Larson que maravilla y llega al corazón. Al mismo tiempo, la película se erige como una celebración de esta rama del arte teatral, y además, resulta un hermoso homenaje al durísimo y sacrificado proceso creativo, siempre tan infravalorado e incomprendido sobre todo por los cabecillas mandantes del mundillo. Miranda domina con sus imágenes una narrativa que consigue un eficaz balance entre contar y mostrar, nada fácil teniendo en cuenta que estamos ante la adaptación musical de un musical que habla acerca de la creación de un musical.
Desde luego, un rompecabezas que el ahora cineasta ha resuelto con una habilidad muy sorprendente para tratarse de su ópera prima cinematográfica. Por supuesto, esta es una película ideal para los amantes de Broadway, pero también para volver a enamorarse del género. Si por el contrario, eres un espectador demasiado reacio a sus formas, puede que esta sea una buena oportunidad para conectar con el mismo.
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