Aunque su premisa es interesante, al final es un quiero y no puedo lleno de
frialdad, clichés y un humor tosco ejecutado sin demasiada gracia.
Patricia (Miren Ibarguren) ha venido a este mundo a ser la mejor dentro y fuera de su casa. El único problema es que las líneas que separan el trabajo de la familia son
muy finas y Patricia acabará llevándose el trabajo a casa y la familia a la oficina, y eso nunca sale
bien. Aún así, Patricia está dispuesta a morir en el intento… Bueno, ella y los
que la rodean: su marido Alfonso (Diego Martín), su secretaria (Gracia Olayo), sus tres hijos, su madre y su hermana, que la adoran y odian a partes iguales. Entre todos intentarán apoyar a Patricia en su ambicioso plan de
vida, cueste lo que cueste. Todo el mundo sabe: no se puede ser perfecta en todo y además ser feliz. Todos lo saben… menos Patricia Picón.
Este viernes llega a Movistar+ una nueva serie de comedia creada
por el tándem Olatz Arroyo y Marta Sánchez (Allí abajo). Dirigida por Emilio Martínez-Lázaro (Ocho
apellidos vascos), la ficción
fluctúa entre el sitcom y el falso documental dando tumbos indecisos
mediante técnicas ya mil veces vistas antes en propuestas como
‘The Office’ y ‘Modern Family’. De esta forma, entre situación y
situación,
los personajes se sinceran, se confiesan o nos manipulan a través de
entrevistas en las que por norma general reinan el cinismo y el sarcasmo.
Además, la serie también cuenta con
un aura a esas comedias británicas que utilizan la vergüenza ajena como
recurso. De esas en las que, a pesar de que estamos asistiendo a un caos
absoluto, los personajes presentes en la secuencia
actúan como si todo fuera bien. Es precisamente en esto último en lo
que Patricia es experta. Porque nuestra ambiciosa, implacable e
incansable protagonista
es capaz de hacer lo que sea para conseguir lo que quiere. Eso sí,
a veces simplemente no le queda más remedio… pero todo sea por lograr
sus objetivos,
incluso cuando los métodos no sean del todo éticos y su bienestar se
encuentre al final de la lista de prioridades.
No es nada fácil llegar a la cima en un mundo de hombres y por supuesto que
es imposible ser y tenerlo todo en esta vida, seas hombre o mujer, pero
si eres mujer todo adquiere una dificultad añadida por sistema. Si a
esto le sumamos una gran cantidad de personajes que varían entre pijos,
nuevos ricos, compañeros de trabajo en modo víbora, secretarias
impresionables y recepcionistas de pocas luces,
nos queda un caldo de cultivo ideal para este tipo de comedia. Lo que
pasa es que, al final, el caldero no termina de calentarse por culpa de
un quiero y no puedo lleno de frialdad, clichés y un humor tosco
ejecutado sin demasiada gracia.
Con ‘Supernormal’ parece que Arroyo,
Sánchez y Martínez-Lázaro han optado por explotar su
zona de confort sin arriesgarse demasiado. Sus situaciones, aunque
disparatadas, no son demasiado originales ni atrevidas, incluso algunas
se sienten más forzadas de lo que deberían ser. Claro que no hay cosa
más forzada que esta normalidad de la perfección que nos venden a diario.
Además, aparte de Patricia y Marisol,
interpretadas con solvencia por Miren Ibarguren (La que se avecina) y Gracia Olayo (El vecino), el resto de personajes es fácilmente olvidable.
Excepto uno o dos personajes, tampoco es que estos representen a la familia
española tradicional o al español medio, ni de lejos, pero es por ello que todo en la ficción se siente muy poco
supernormal y no es sencillo identificarse del todo con lo que vemos.
Al final, esta es una propuesta que
da la sensación de ser una ‘serie botella’ comparada con los grandes proyectos
a los que Movistar+ nos ha tenido acostumbrados durante este último año. Por
lo menos es corta y sí que resulta lo suficientemente entretenida, pero
hay alternativas que se encuentran a años luz en calidad y gracia.
‘Supernormal’ se estrena el 9 de julio en
Movistar+.
Puntuación: 5/10
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