Aunque es más violenta, sangrienta y gráfica, la película supone una
continuación que mantiene un nivel muy parecido al de la primera parte.
Con la llegada de las vacaciones de verano, las actividades del Campamento
Nightwing están a punto de comenzar. Hasta que el ansia de matar se
apodera de otro habitante de Shadyside y la diversión estival se convierte en una truculenta lucha por la
supervivencia.
Tras el exitoso estreno de la primera entrega, este viernes llega
a Netflix la segunda parte de la trilogía ‘La calle del terror’, una saga original inspirada en los libros de R.L. Stine.
Nuevamente dirigida por Leigh Janiak, la película ‘viaja al pasado’
para presentarnos a nuevos personajes y sitúa la matanza en un campamento de verano a finales de los 70, escenario clásico de los slashers que prácticamente podría considerarse un subgénero por sí mismo. De esta forma, empezando con la clara referencia principal de ‘Viernes 13’ hasta la más reciente ‘American Horror Story: 1984’, la cinta
hace un repaso por todos los elementos que ya hemos visto mil veces antes en
este tipo de propuestas. Sin embargo, esta vez Janiak imprime el estilo visual
del anterior filme e incluye grandes canciones de los 70 y a Stephen King como parte fundamental
del cocktail.
El trauma y la desesperación que genera en los adolescentes el hecho de
vivir en un pueblo como el de Shadyside -o como en cualquier pequeño pueblo
estadounidense- cobra todavía más importancia en esta entrega,
algo que se puede apreciar prácticamente en cada diálogo y en unas
subtramas en las que quizá se ahonda más de lo necesario. Además, se nota una mejoría en las interpretaciones gracias a un
reparto completamente nuevo y a
un tono algo más solemne que el de la primera parte. Destaca sobre todo
el dúo femenino protagonista formado por las emergentes Sadie Sink
(Eli) y Emily Rudd (Dinastía), que interpretan a unas hermanas
cuya relación resulta algo complicada y que se alejan ligeramente
de los estereotipos de ‘chica final’ tan común en los slashers. A su
lado, Ryan Simpkins (Casa Casino) y Ted Sutherland (The
Walking Dead: World Beyond) completan el grupo de los interpretes más
interesantes de la película.
Con el paso de los minutos, ‘La calle del terror – Parte 2: 1978’ se vuelve mucho más violenta, sangrienta y gráfica que la primera entrega. Además, esta vez la cinta puede resultar incómoda por momentos debido a que
en sus muertes se incluyen niños, pero al menos Janiak decide no
mostrar estos asesinatos de forma directa y
evita caer en un torture-porn innecesario. También puede parecer algo
más lenta, sobre todo en su primera media hora, pero
coge una buena carrerilla durante su segunda mitad. Eso sí, no se puede negar que
se echa en falta un buen puñado de sustos bien ejecutados, así como
situaciones y giros menos previsibles, y tampoco le favorece demasiado
el uso de algún que otro recurso narrativo tramposo e inverosímil. Al
final, la película supone una continuación que
mantiene un nivel muy parecido al de 1994. Ya solo queda ver cómo
termina todo esto… o más bien cómo empieza.
Puntuación: 6,5/10
Ver ahora en:
Recuerda que puedes seguirnos en
Facebook,
Twitter
o
Instagram.