Sus altos niveles de producción no logran disimular un montaje caótico que
estropea toda la tensión y el horror del material original.
En un mundo diezmado por una plaga y envuelto en una lucha
elemental entre el bien y el mal, el destino de la humanidad recae sobre los
frágiles hombros de la centenaria Madre Abagail (Whoopi Goldberg) y
un puñado de supervivientes con personalidades y objetivos muy dispares. Sus
peores pesadillas se encarnan en
un hombre con una sonrisa letal y poderes indescriptibles:
Randall Flagg (Alexander Skarsgård), el Hombre Oscuro.
Una de las primeras series que llegan en 2021 es esta segunda adaptación
de la novela ‘Apocalipsis’ de Stephen King. La trama gira en torno
a un virus coloquialmente llamado ‘El Capitán Trotamundos’, cuya
altísima tasa de contagio, unida a sus terribles síntomas, resultan devastadores para el cuerpo humano. Los pocos que han sobrevivido gracias a su inmunidad, deben reunirse y
superar sus diferencias con el único objetivo de
conformar una sociedad íntegra y justa para así evitar la extinción
definitiva de la humanidad. Hemos podido ver los dos primeros episodios de una ficción que
no se estrena en un momento demasiado oportuno, y menos tratándose de un
año en el que nos gustaría olvidar y tener esperanzas, en vez de seguir
torturándonos una y otra vez recordando lo que ha o podría haber pasado.
Reflejos de la actualidad y enormes cambios con respecto a la novela
aparte, lo primero que llama la atención es sin duda
su confusa introducción de personajes. Con los episodios dando
tumbos en el tiempo de forma desordenada,
se hace extremadamente difícil sentir cualquier atisbo de empatía hacia
ellos. Además de carecer de un desarrollo a la altura,
desaprovecha todo el potencial de un fantástico reparto -aunque con
algunas decisiones de casting un tanto cuestionables- que no es capaz de ofrecer
unas interpretaciones al nivel esperado. Nombres mundialmente conocidos como
James Marsden, Whoopi Goldberg, Greg Kinnear, Alexander Skarsgård o
Amber Heard, pasean por la pantalla sin ninguna gracia y carentes de toda
química. Incluso se atreven a utilizar a J.K. Simmons y
Heather Graham para sendos cameos absurdos.
‘The Stand’ es una ficción que
no escatima en presupuesto en cuanto a reparto y niveles de producción. Sin embargo, esa moda seriéfila de narrar la trama alternando entre
flashbacks y eventos de su tiempo presente
se siente como una decisión del todo errónea en esta serie. Un montaje
desordenado que lleva al caos narrativo,
afectando así a su ritmo y a la capacidad del espectador para conectar con
los personajes. Una adaptación sin alma que
estropea toda la tensión y el horror que desprende el material original para reducirlo todo a una sosa y tradicional batalla entre el bien y el
mal. Sé que las comparaciones son odiosas, pero tal despropósito lo hace
inevitable. Además, llega demasiado tarde y
las similitudes que comparte con lo acontecido durante este último año solo
provocan pereza, por mucho que estas nos recuerden que la gran obra de King es y siempre será
atemporal. En lo personal, ya estoy bastante cansado de pandemias.
Puntuación: 5/10
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