La transgresora serie biográfica de la poeta estadounidense se confirma como
una de las apuestas más divertidas y peculiares del momento.
En la segunda temporada, Emily Dickinson (Hailee Steinfeld) es sacada de
su vida literaria privada y expuesta a la opinión pública, mientras lucha
con la sensación de que la búsqueda de la fama podría ser un juego peligroso
para ella.
Empieza un nuevo año y con él llega una nueva temporada de esta
transgresora serie biográfica de Emily Dickinson, una de las poetas más
importantes de la historia estadounidense. La ficción creada por
Alena Smith (The Affair) para Apple TV+ destaca por ser
una mirada modernizada y atrevida hacia el siglo XIX. Una apuesta
realizada con corazón y buenas intenciones que, si bien no es apta para todo el
mundo, busca acercar la poesía al público joven, ese arte tan
infravalorado por las nuevas generaciones. Mientras
sus brillantes poemas se imprimen en la imagen y se funden con su voz,
asistimos a una entretenida y ocurrente
vorágine de comedia dramática donde crisis de identidad, problemas
familiares, romances bisexuales, crítica social y personajes pintorescos
se dan la mano. Entretanto, la burbuja amenaza con explotar cuando
la guerra comienza a llamar a sus puertas…
La fama es el principal problema que trae de cabeza a Emily a lo largo de
esta temporada. No porque goce de ella, sino por
su constante debate interno entre dar el paso de publicar y hacerse famosa o
permanecer para siempre en las sombras. Otra gran interpretación de Hailee Steinfeld (Bumblebee) con la que
demuestra una vez más ser
la actriz indicada para representar la dulce locura y el entrañable
narcisismo de la escritora. Se ofrece a ayudarla Samuel Bowles, redactor jefe de un periódico
local interpretado por el infravalorado Finn Jones (Iron Fist), con el
que forma una arriesgada ‘pareja’ de negocios. Por su parte,
Lavinia
(Anna Baryshnikov) comienza una tronchante relación con su nuevo
pretendiente ‘Ship’ (Pico Alexander), un joven que
desea tener un matrimonio machista tradicional. Ambos protagonizan
algunos de los mejores momentos de esta nueva entrega.
Por otro lado, Sue (Ella Hunt) es ahora
una especie de influencer del siglo XIX, siempre a la última y dando las
fiestas con las personas más distinguidas del lugar. Lujuria y avaricia que la
han convertido en
un personaje antipático y aburrido en la mayoría de sus apariciones. En cuando al #EmiSue, buenas y malas noticias. Aunque la tensión entre
Emily y Sue puede cortarse en cada plano,
su relación romántica queda opacada durante gran parte de los nuevos
episodios. No obstante, y sin entrar en spoilers, ten paciencia y prepárate para unas cuantas escenas inolvidables entre ellas. Quién obtiene cierta redención esta temporada es Austin, cuyo alter
ego ha pasado de
ser un simple incordio a tener un arco más completo coronado con una
destacada interpretación de Adrian Enscoe (Nuestro sitio). Y que decir
de Jane Krakowski (Unbreakable Kimmy Schmidt) y su
Sra. Dickinson…de lo mejor en la ficción.
La nueva temporada de ‘Dickinson’ se mantiene como
una de las series más originales y arriesgadas de la pequeña pantalla. Un divertido cóctel de dramedia histórica dedicado en gran parte a
millennials y zennials, aunque también agradará a aquellos que
hayan disfrutado de las
desenfadadas miradas que propuestas como ‘La favorita’ o
‘The Great’
realizan de finales de la Edad Moderna y principios de la Edad
Contemporánea. Para algunos de forma brillante y para otros en inexcusable exceso,
la ficción moderniza por completo aspectos como las expresiones coloquiales
o la música, logrando así atraer a un público adolescente que
normalmente no caería en los brazos de este tipo de historias. Tampoco
faltan los espectaculares bailes anacrónicos ni esos
elementos fantásticos y esotéricos que tanto la caracterizan.
Uno de los mayores aciertos de los nuevos episodios está en
el protagonismo adicional que adquieren sus personajes secundarios.
Incluso varios cuentan con
sus propias subtramas alejadas de la sombra de Emily, asunto esencial
para mantener el interés en el mundo que la rodea. No obstante es inevitable
que, dependiendo del espectador, un personaje puede parecer más interesante que otro. Además, continúa siendo visualmente exquisita en todos los apartados. Sin
embargo, esta temporada tiene algunos pequeños problemas de ritmo causados por la intención de su creadora de equilibrar sus diferentes tonos,
algo que no siempre le sale bien. Pero, en definitiva, falta de rigor
inclusive y unas formas que podrían causar pesadillas al más estricto de los
historiadores,
solo queda disfrutar de su extravagancia y atrevimiento, a pesar de no ser
una ficción ni mucho menos redonda.
Puntuación: 7,5/10
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