AMC+ estrena este jueves 13 de octubre la serie ‘That Dirty Black Bag’, un homenaje a los spaghetti western rodado en los paisajes de Almería.
La serie sigue el enfrentamiento de ocho días entre Arthur McCoy, un sheriff incorruptible con un pasado turbulento, y Red Bill, un infame y solitario cazarrecompensas conocido por decapitar a sus víctimas y meter sus cabezas en una bolsa negra sucia, porque, como él dice, ‘las cabezas pesan menos que los cuerpos’.
Dirigida por Mauro Aragoni y Brian O’Malley, la serie de 8 episodios está protagonizada por Dominic Cooper, Douglas Booth, Guido Caprino, Niv Sultan, Christian Cooke, Rose Williams, Aidan Gillen y Travis Fimmel, entre otros.
Primeras impresiones de That Dirty Black Bag
Algunas películas y series recientes han demostrado que, si está bien hecho, el western es un género que continúa interesando al público. Con ello en mente, y para intentar llena el vacío que han dejado grandes ficciones como ‘Deadwood’, ‘Justified’ o ‘Longmire’, Aragoni y O’Malley escriben y dirigen este sangriento y a veces perturbador homenaje a la variante spaguetti western. Y aunque en ocasiones tira de algún que otro cliché inevitable, la verdad es que a su vez ambos se esfuerzan en su intento de dar una vuelta de tuerca a ciertos estereotipos del género.
La historia de oro y sangre que propone la serie se cocina a fuego lento, ya que las subtramas al principio parecen bastante desconectadas entre sí. Tenemos a un campesino religioso que cree que va llover si protege su oro, un cazarrecompensas al que le gusta cortar cabezas, un sheriff ambicioso e implacable, unas prostitutas intentando buscar el amor para encontrar una vida mejor y mucha, mucha masculinidad tóxica. Además, en muchas ocasiones se puede apreciar un aura tan mística como tenebrosa alrededor de la trama que destaca gracias a una ambientación muy lograda y unos buenos litros de sangre.
Pero en esta serie el oro lo aporta un reparto muy interesante tanto a nivel de protagonistas como de secundarios. Desde un fabuloso Dominic Cooper hasta una maravillosa Rose Williams, todos consiguen brillar entre la madera y el polvo. Sin embargo, esto no arregla que la ficción se sienta algo dispersa, porque no todas sus subtramas son igual de interesantes. De hecho, algunas no parecen aportar demasiado más que un poco de drama televisivo. Al menos hasta que todas conectan de una forma u otra, y es aquí donde Aragoni y O’Malley manejan bien sus cartas para lograr sorprender con varias de sus decisiones.
En la serie, los diálogos y las situaciones beben mucho de sus referentes. No obstante, intenta compensar este abuso de clichés con personajes inesperados, un mejunje de terror y misterio y algunos momentos realmente perturbadores, dejando así bien claro que en el ‘salvaje oeste’ no habían héroes ni villanos, solo supervivientes. De esta forma, en estos primeros cinco episodios ‘That Dirty Black Bag’ ofrece una de cal y otra de arena. O mejor dicho, un poco de oro y mucha sangre. De ti depende cuál de las dos cosas valoras más.
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