Sinopsis
Finales de los años 40 en Galicia. En ‘Un asunto privado’, una atrevida joven de clase alta con alma de policía, Marina Quiroga, se propone dar caza al asesino en serie que acecha desde hace meses la ciudad. Lo hace con la ayuda de su fiel mayordomo, Héctor, un hombre discreto y servicial cuya sensibilidad y audacia le sitúan siempre en el punto clave de la investigación. Juntos lucharán contra todos los obstáculos para lograrlo, y ni los prejuicios de género de la época, ni la resistencia del nuevo comisario o los intentos de la madre de Marina por casarla, impedirán que finalmente descubran la verdad.
Crítica de Un asunto privado
Para refrescar un poco el catálogo español de Prime Video, este viernes llega una nueva serie original que resulta esperanzadora dentro de la producción española de la plataforma. Esta es una ficción que no solo rompe estereotipos en lo que al papel de la mujer se refiere, sino que también lo hace de las tendencias de la inmensa mayoría de producciones españolas situadas en esta época. Y es que es raro encontrarse una propuesta patria de estas características ambientada en los 40, una década que siempre ha dado lugar a dramas bélicos o con un fuerte trasfondo político.
En cambio, la serie creada por Teresa Fernández-Valdés, Gema R. Neira y Ramón Campos (Now and Then) es una comedia de aventuras, investigación y misterio que no se olvida de su dosis de drama de vez en cuando. Es un estilo el cual, más allá de ciertas historietas o películas de los 80 y 90 que pueden servir como referencia, sin duda recuerda en gran parte al ‘Sherlock Holmes’ de Guy Ritchie. Obviamente sin tanto presupuesto, espectacularidad y fuegos artificiales pero, con lo disponible, los encargados han realizado un trabajo que puede marcar el camino a seguir para las producciones españolas de Amazon.

Aunque la serie no parece estar preocupada por denunciar a los cuatro vientos nada del trasfondo político de la época, sí que es posible apreciar muchos detalles sobre el mismo en el propio estatus de los personajes principales, quienes al ser adinerados y contar con miembros en el cuerpo policial pueden hacer lo que les de la gana sin mucha consecuencia. Es algo de lo que nuestra protagonista sabe aprovecharse a la perfección a la hora de conseguir lo que desea. Esto y de su propia condición de mujer, claro, la cual explota en su favor de una forma muy inteligente mientras intenta demostrar su valía como detective.
A simple vista, puede parecer que Marina es tan solo una mujer privilegiada y rebelde que se aburre demasiado. Es una sensación que está presente durante los primeros episodios, sobre todo porque su obsesión con los crímenes la lleva a tomar decisiones algo egoístas que perjudican a los demás. Sin embargo, hay que tener mucho valor para querer convertirse de un día para otro en una mezcla de Sherlock Holmes y Batwoman sin capa ni antifaz -pero que se construye sus propios gadgets- para atrapar a un asesino en serie. Y esto gana más importancia cuando eres alguien cuya vida parece haber sido escrita al nacer solo por ser mujer.
Sin caer en el tópico de la ‘mujer fuerte’, ya que es una definición demasiado unidireccional en la que se pierde una gran cantidad de matices, resulta una delicia ver cómo una enorme Aura Garrido domina a esta protagonista tan traviesa, valiente y decidida, pero a la vez llena de sensibilidad y miedo a la idea de morir sin poder ser ella misma. La actriz consigue que su Marina tenga el potencial de ser un personaje icónico, a la cual no le falta su colección de frases de heroína de acción y un carisma al que es difícil resistirse.

A su lado se encuentra nada más y nada menos que un sorprendente -por verlo aquí, sobre todo- Jean Reno interpretando a Alfred. Digo Watson. Perdón, en realidad quería decir a Héctor, un simpático mayordomo que sirve como compañero fiel de nuestra protagonista y, en ocasiones más acertado que otras, como un alivio cómico a base de los chascarrillos de siempre. Mención especial para una hilarante Ángela Molina, quien interpreta a la madre de Marina con un desparpajo impropio de un personaje de este tipo en su época. Son de lo más destacado de un reparto a buen nivel y cuya única pega son algunos diálogos que a veces suenan demasiado impostados.
Aunque es una propuesta notable, no todo es color de rosa en la serie. El guion no escapa de ciertos clichés de la producción nacional, así como de algunos anacronismos algo absurdos. Además, existen varias situaciones que se plantean de forma algo brusca y poco natural por el bien del entretenimiento y la adrenalina. No obstante, puede que el mayor fallo sea crear un romance un tanto forzado que la verdad, ni es necesario ni aporta nada a la historia o a la protagonista.
Pero ‘Un asunto privado’ es una ficción realmente entretenida y adictiva que aprovecha con inteligencia los códigos más clásicos de sus géneros -incluso se atreve con un poco de slasher-. Es una producción casi impecable que cuenta un apartado técnico notable y un diseño a la altura en todos sus aspectos, los cuales construyen una ambientación acertadísima en sus diferentes tramos. Además, para introducirnos más en su mundo, cada episodio cuenta con su propia y deliciosa introducción animada que nos da algunas pistas sobre lo que veremos a continuación. En definitiva, y aunque todavía tiene margen de mejora, estamos ante la mejor serie original española de Prime Video.
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