Sinopsis
‘The Bear’ cuenta la historia de Carmen “Carmy” Berzatto, un joven chef de alta cocina, que vuelve a Chicago para hacerse cargo de la tienda de bocadillos de su familia, el Original Beef of Chicagoland, después de una trágica muerte. Lejos de lo que acostumbrado, Carmy tendrá que encontrar un equilibrio entre las dificultades que supone ser propietario de un pequeño negocio, su equipo de cocineros y sus tensas relaciones familiares mientras lidia con el impacto que le ha supuesto el suicidio de su hermano.
Crítica de The Bear
Año tras año, la cocina como arte es una práctica cada vez más asentada en nuestra sociedad. Por ello, la cultura popular ha empezado a ver la gastronomía como algo más que un simple vehículo para hacer de nuestra supervivencia una experiencia más sabrosa, dando paso así a innumerables películas y realities donde se aprecian toda la disciplina y la dedicación necesarias para triunfar en la profesión. Un trabajo que, por cierto, por si no lo sabías o eres una de esas personas que entran en un restaurante exigiendo a sus trabajadores más que a ti misma, es realmente sacrificado y muchas veces bastante desagradecido.
Ahora llega a Disney+ esta serie que ha aparecido sin hacer ruido, pero sorprendiendo de forma muy grata tanto al público como a la crítica allá donde ya se ha estrenado. Intentando ignorar una representación realmente estereotipada de los frikis en su primer episodio, la ficción comienza dejando bien claro a qué hemos venido aquí: a ver a nuestros personajes evolucionar mientras se enfrentan a las dificultades de la cocina profesional, a la importancia de la cadena y a los no siempre bienvenidos cambios. Y lo hace con una simpleza que, aunque suene contradictorio, sorprende por su complejidad a muchos niveles.

Esta contradicción surge porque, los guionistas, no se complican en absoluto a la hora de proponer situaciones. Si se hace bien, ya sabemos que lo simple puede funcionar mejor que una idea más elaborada. De hecho, aquí es tan sencillo como colocar a cada uno de nuestros protagonistas en su puesto dentro de la cocina y dejar que el caos de la profesión fluya por sí solo. Y esto es algo que hace de una forma apasionante. Si además le agregamos relaciones disfuncionales, personajes individualistas y un enfrentamiento a sangre fría entre generaciones, la verdad es que poco podía salir mal.
De esta manera, superando con creces a ‘Hierve’, la serie desgrana las vivencias de un establecimiento de cocina como pocas veces se ha visto en ficción. Por supuesto, nuestros protagonistas se enfrentan a todo tipo de problemas en todos los ámbitos, no solo cerca de los fogones. Es más, el restaurante parece en sí mismo una representación a escala microscópica de la sociedad actual. Esa en la que las nuevas ideas intentan demostrar que hay una mejor forma de hacer las cosas combatiendo a muerte contra las viejas formas de pensar. Y todo, desde lo individual hasta lo colectivo, aquí explota por los aires.
Carmy, nuestro protagonista principal interpretado por un sorprendente Jeremy Allen White, se obsesiona con dar un vuelco al restaurante de su recién fallecido hermano, lo que provoca un choque de ideales evidente e inevitable. No es fácil cambiar las costumbres y las manías de un personal veterano, en especial cuando también entran en juego elementos como la masculinidad tóxica o el ego desmedido desde ambos bandos. Además, su mente no está pasando por un buen momento, lo que le lleva a cometer actos surrealistas que aportan cierto toque de thriller psicológico al conjunto.

Pero en la serie hay personajes de todo tipo y sus reacciones y decisiones están abiertas a diferentes puntos de vista. De hecho, el creador y director Christopher Storer es algo injusto en este tema, como si prefiriera posicionarse a favor de unos en concreto por alguna extraña razón. Sin embargo, en sí es una ficción catártica para aquellos empleados novatos y veteranos que tienen miedo a fallar, estancarse o simplemente no dar la talla. Y así, en esta cocina como en la vida misma, se trata de encontrar el equilibrio entre lo tradicional y lo moderno sin la necesidad de «comernos» los unos a los otros.
Aunque desarrolla algunos conflictos de sus personajes de forma individual, la verdad es que la serie funciona a la perfección cuando la cocina se convierte en un campo de batalla. Es una atmósfera agobiante y sofocante en su mayor parte, la cual se encuentra elevada por una fotografía que intima en nuestros protagonistas tanto como en la comida que preparan. Pero esto no significa que no haya espacio para grandes momentos emocionales que fluctúan entre el compañerismo y la superación personal. Además, cuenta con un humor negro que en ocasiones la hace gratamente surrealista.
En definitiva, ‘The Bear’ es una experiencia caótica y apasionante que se erige no solo como una sorpresa, sino como una de las mejores series del año. Además, el hecho de que la mayoría de los episodios solo duren 30 minutos resulta una excelente decisión. Una elección que brilla en especial en ese plano secuencia espectacular y frenético que es el quinto episodio. Por ello, sin miedo a sonar exagerado, si se continúan tomando las decisiones correctas esta serie podría llegar a ser sin problemas la ‘Better Call Saul’ de la cocina.
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