Sinopsis
‘Bronca’ narra las consecuencias de una rencilla entre dos desconocidos por un incidente de tráfico. Danny Cho, un contratista fracasado y resentido, se las ve con Amy Lau, una empresaria hecha a sí misma con una vida muy peculiar. De esta forma, la situación de Danny y Amy va empeorando mientras sus vidas y sus relaciones se van revelando.
Crítica de Bronca
Ya lo dijo el Joker en esa obra maestra que es ‘La Broma Asesina’: «Basta con un mal día para que el hombre más cuerdo del mundo enloquezca». Bueno, vale, quizá estoy exagerando un poco. No obstante, si los protagonistas de la serie que llega a Netflix este jueves fueran personajes de cómic el mundo ardería por completo. Pero esta es la vida real, un escenario lleno de límites físicos y morales que tienen consecuencias de verdad y, las cuales, son exploradas por la ficción creada por Lee Sung Jin episodio tras episodio.
Nuestros protagonistas son dos hijos de migrantes asiáticos que están posicionados en los dos polos opuestos del «sueño americano». Son personas que, tras un agresivo roce en la carretera, poco a poco se muestran como dos seres muy desagradables, horribles incluso, pero al fin y al cabo completamente humanos. Así, ambos sufren una reacción bastante exagerada que inicia una espiral de venganza sin control. Y por supuesto, con ello acaban arrastrando a todos a su alrededor. La culpa de esto la tiene el hecho de que ni Danny ni Amy se encuentran cómodos en sus desiguales vidas y claro… alguien debe de pagar por ello.

No es que estemos hablando de vendettas sangrientas y desorbitadas, sino más realistas y terrenales. Admitamos que orinar el baño de tu enemigo o pintarle el coche con frases ofensivas resulta mucho más lógico, y por lo tanto identificable, que entrenar con infinita paciencia durante años para cortar cabezas a diestro y siniestro. Tampoco es que lo primero deje de ser surrealista -la propia serie lo sabe-, porque muchos no nos atreveríamos ni siquiera a eso. Esto provoca que la ficción haga gala de un estilo único, atrevido y realmente inteligente que nos hace pensar acerca de nuestros propios límites morales.
Como he mencionado, toda esta serie de pequeñas grandes venganzas saca a la luz lo peor de ambos. ¿O quizá solo termina revelando ese yo verdadero que han reprimido durante toda su vida? Por un lado, Danny siempre ha intentado ganarse la vida de forma humilde, pero de vez en cuando se ha metido, o se ha dejado meter o le han metido porque sí en fregados no del todo legales… y nada le ha salido bien. Por el otro, Amy lo ha dado todo para cumplir con el papel de esposa perfecta sin renunciar a ser una mujer independiente, pero de una manera u otra acaba cuestionada en ambos frentes haga lo que haga.
Siendo así, y sobre todo sabiendo desde el principio que ambos están lidiando con una depresión que les impide manejar la ira de una forma más lógica y ética, ¿a quién no se le cruzarían los cables cuando se rebasa cierta línea? Por ello, aunque los dos deberían mirarse el ombligo y tener una conversación seria consigo mismos, prefieren señalar a los demás como los responsables de sus miserias. Normal que se permitan pasar de sus responsabilidades y dedicarse en cuerpo y alma a su venganza. Mientras tanto, Danny y Amy hacen lo que quieren con sus seres queridos, como si de daños colaterales sin importancia se tratasen.
Como es obvio, no se puede contar una historia tan humana y existencialista sin un reparto a la altura. Steven Yeun, quien tiene un gran ojo a la hora de elegir buenos proyectos -y de salir de otros que agonizan-, aquí es como una escopeta que espera su oportunidad para contraatacar consciente de que, por su condición de pobre versus adinerada, tiene todas las de perder. Por otra parte, Ali Wong brilla en un papel muchísimo más dramático de lo que estamos acostumbrados. La actriz californiana aporta a su personaje una mezcla de sensibilidad, locura y humor que hace que su interpretación sea simplemente imprescindible.

‘Bronca’ es una serie divertida, fascinante e impredecible. Cuando la cosa parece que va por aquí… pues va por allá. Está llena de giros inesperados, decisiones alocadas y diálogos audaces. Además, aunque sus protagonistas copen las portadas, los guionistas no se olvidan de que a su alrededor también se encuentran personas sumidas en sus propios problemas, lo que provoca que la rencilla entre Danny y Amy resulte todavía más hilarante dentro de su seriedad. Todo mientras hilvana diferentes géneros entre comedia, drama o terror con una habilidad inusitada tanto detrás como delante de las cámaras.
La verdad es que siempre es un placer poder disfrutar de una serie que se sale de la fórmula televisiva -en especial de la propia fórmula Netflix- y que esquiva en todo momento cualquier componente algorítmico, subtrama forzada o rellenos irrelevantes que buscan el agrado de cualquier espectador. Esta es una ficción que consigue cumplir con ello. Además, llegando a profundizar en nuestras emociones más dudosas, los guiones de Lee y compañía consiguen tratar temas realmente complejos sin renunciar al puro entretenimiento.
Y a pesar de que muchas veces prima el caos y la violencia, en realidad este es un estudio de personajes cuya relación evoluciona a fuego lento y de forma muy grave, pero que cuenta con una resolución que rompe con todas las expectativas. Lo hace con una delicia de desenlace que puede que sea uno de los mejores episodios finales de los últimos tiempos. Y todos estos son solo algunos de los muchos ingredientes que hacen de la propuesta un visionado emocionante.
En especial, su representación de la vida asiático-estadounidense es una absoluta joya. Desde el humor negro que juega con los prejuicios entre los asiáticos de distinto origen y el resto, pasando por las misas coreanas a ritmo de rock hasta llegar a ese inevitable conflicto de identidad cultural propia de su generación, este retrato en sí mismo resulta extraordinario, valiente y relevante. Y aunque no sorprende por parte de A24, sí que ya era hora de un nuevo gran triunfo de calidad para Netflix.
‘Bronca’ se estrena el 6 de abril en Netflix.
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