Drama criminal con un guion reiterativo y lleno de clichés, con personajes
genéricos y un misterio que poco tiene que aportar después de los primeros
minutos.
Jackie Quiñones (Monica Raymund), una atormentada y adicta agente
del Servicio Nacional de Pesca, ve como su vida se complica al descubrir un
cadáver en la playa, en lo que parece ser otra víctima de la drogas en la zona
de Cape Cod. Para poder enfrentarse al caso, Jackie lucha por mantenerse sobria,
hasta que entiende que si quiere volver a ser alguien, ha de centrarse y
resolver el asesinato.
Del exitoso productor Jerry Bruckheimer (Bad Boys For Life, Lucifer) y la productora de ‘Gotham’ (2014-2019),
Rebeca Cutter, llega este
nuevo drama criminal situado en las costas de Cape Cod, Massachusetts.
Provincetown, conocido popularmente como P-Town,
es una ciudad llena de alcohol, drogas y sexo, además de ser
uno de los destinos vacacionales favoritos de la comunidad LGBT+. Un
paraíso del vicio donde
desde el principio, se nos presenta el dramático evento que dará el
pistoletazo de salida a la serie, un asesinato del que seremos totalmente partícipes.
Este es
un hecho que obliga a la narrativa a apoyarse única y exclusivamente en el
interés que genere el devenir de los personajes, ya que el factor misterio es eliminado por completo. Después de un
piloto irregular y un segundo episodio un tanto superior, ambos
dirigidos por Rachel Morrison,
la serie empieza a caer en picado y da claros síntomas de ser un
producto típico de la factoría Bruckheimer: mucho cuerpo y poca alma.
Y es que todo lo bueno que nos aporta su superficie, como el atractivo
escenario en el que se desarrolla o la condición de algunos de los personajes,
se ve manchado por un guion reiterativo en sus formas, en el que se
abusa una y otra vez de lo mismo a la hora de mostrar los fallos de la
protagonista y que dota a la trama de un ritmo torpe y lento. Además,
los trasfondos y personalidades de
protagonistas y secundarios no son más que clichés de manual.
Mientras que el crimen ya ha sido resuelto por nosotros,
ninguno de los personajes implicados en la resolución del caso conoce la
verdad. El primero de ellos es nuestra protagonista, Jackie, interpretada
por Monica Raymund (Chicago Fire, Chicago P.D.), una
policía del mar latina, lesbiana y adicta que
se encuentra de lleno con las consecuencias del homicidio, algo que la
hará sumirse -todavía más- en una espiral de autodestrucción que
deriva en una obsesión por resolver el incidente implicando a los que están
a su alrededor, de forma egoísta y desagradable, obligándola a redimirse.
Por otro lado, nos encontramos con Ray, al que da vida
James Badge Dale (Noche de lobos, La cocina del infierno), un
policía estatal de Massachusetts destinado en la unidad de narcóticos de Cape Cod.
Un hombre solitario al que
no le tiembla el pulso a la hora de usar cualquier treta, aunque para
ello tenga que cruzar los límites de la ley, con tal de conseguir
lo que quiere de sus testigos e informantes. Así,
intentará por todos los medios demostrar que Frankie (Amaury
Nolasco), un narcotraficante que maneja los hilos de su negocio desde la
cárcel, es el culpable de los males de la ciudad.
Hay cientos de propuestas dentro del género mucho mejores que ‘Hightown’. Sin embargo, entre sus virtudes,
hay que destacar su alto grado de inclusividad
y su descaro a la hora de mostrar en pantalla todo lo que pretende
reivindicar, sin maquillaje ni ataduras. Algo que sin duda
creará un fuerte nicho entre la comunidad LGBT+, que
poco a poco empieza a disfrutar de héroes y heroínas con los que pueden
identificarse.
‘Hightown’ es un drama criminal que solo gustará a los fanáticos de la
fórmula americana, a los novatos del género, o a aquellos que se sientan identificados con
alguno de sus protagonistas. Su trama reiterativa, sobreexplotada y
carente de misterio, unida a sus
personajes de trasfondo genérico, no cuenta con
ningún atractivo para la mayoría del público veterano y curtido en las
maravillosas producciones de este tipo que se llevan a cabo en nuestro
continente.
Puntuación: 6/10
Ver ahora en:
Recuerda que puedes seguirnos en
Facebook,
Twitter
o
Instagram.