HBO Max estrena este viernes 28 de abril la serie ‘Pollos sin cabeza’, una comedia agridulce protagonizada por Hugo Silva que gira alrededor del mundo del fútbol español.
La serie sigue la vida de Alberto Martín Ruiz, un ex futbolista y actual representante de jugadores al que todos llaman “Beto”, quien acaba de establecerse por su cuenta montando su propia agencia de representación.
Beto intenta mantener un equilibrio entre su delirante mundo profesional y su inestable vida personal con la ayuda de su novia Sonia, una chica que le conoce como nadie y le pone los pies en la tierra. Justo cuando las cosas empiezan a funcionar, llega el desastre: su jugador más potente se va y su novia le deja.
La serie de 7 episodios está creada por Jorge Valdano Sáenz y Pablo Tébar a partir de una idea de Carolina Bang y Álex de la Iglesia. Junto a Silva, también protagonizan Dafne Fernández, Óscar Casas, Gorka Otxoa, Miguel Ángel Sola, Kira Miró y Diogo Sales.

Crítica de Pollos sin cabeza
La dura vida del representante no es un tema nuevo en nuestra ficción, con ‘Paquita Salas’ como su máximo exponente con permiso de otras series internacionales como ‘Call My Agent’ o ‘Ballers’. Y a pesar de girar alrededor del mundo del fútbol español, esta no es una serie acerca del deporte en sí, sino sobre lo que ocurre en sus entresijos. Es un asunto que extrañamente no ha sido explotado en televisión tanto como en nuestro cine. No obstante, tras productos como ‘El presidente’ o ‘Ted Lasso’, las productoras creen que la demanda de ficciones sobre el balompié ha aumentado, por lo que no nos extrañaría ver muchas más a lo largo de los próximos años.
De hecho, si hubiera que hablar sobre referentes podría decirse que la nueva serie de HBO Max es una mezcla entre la de Brays Efe y la de Dwayne Johnson. Al igual que en las mencionadas, el Beto de un Hugo Silva hilarante e imprescindible dentro de la vorágine de tristeza y frustración de su personaje tiene que enfrentarse a las excentricidades de sus clientes, todo envuelto en un humor agridulce en el que abundan alcohol, drogas y… penes. Por supuesto, este es un mundo de élite en el que las puñaladas aparecen cada mañana como si de espinillas se tratasen, y ahí donde reside el morbo de la ficción. Bueno, ahí y en los personajes -con todo el sentido de la palabra- que rodean a Beto.
Y es que, si hay algo que la serie creada por Jorge Valdano Sáenz y Pablo Tébar hace con vehemencia es desmontar mitos. Entre peticiones surrealistas y momentos en los que la élite del fútbol parece un auténtico circo, uno se pregunta si estos personajes y situaciones están inspirados en la realidad. Seguramente sí, en especial cierto jugador brasileño que recuerda demasiado a una fusión entre Robinho, Cristiano Ronaldo y Ronaldinho. La cuestión es que, estas personas a las que muchos jóvenes idolatran como si fueran dioses no son más que eso, personas. Lo que pasa es que de la noche a la mañana se ven millonarios y poderosos y claro, la cabeza se pierda, y ahí es donde entra Beto… con más pena que gloria.
‘Pollos sin cabeza’ tiene un tono muy divertido, agridulce por momentos, pero que luce con orgullo sus aparentes pocas pretensiones. Lo digo porque, la ficción de Johnson, también ahondaba en los problemas y las injusticias que rodean al fútbol americano. Sin embargo, a priori aquí no se aprecia esa intención, y mira que el fútbol español está lleno de jugosas polémicas que criticar y satirizar. Sí que es cierto que algo de ello se refleja en los personajes de Óscar Casas y Diogo Sales, pero en general esta es una mirada más paródica que delatadora sobre el negocio en el que se ha convertido el deporte. Esto la convierte en una propuesta apta par a aquellos que aman o repudian el fútbol, siempre y cuando solo busques pasarlo bien durante un rato.
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