STARZPLAY estrena este domingo 12 de junio la serie ‘Becoming Elizabeth’, un drama de época que cuenta la desconocida historia de los primeros años de la reina más emblemática de Inglaterra.
Mucho antes de ascender al trono, la joven Isabel Tudor era una adolescente huérfana que se vio envuelta en la dinámica de la política sexual de la corte inglesa. La muerte del rey Enrique VIII pone en marcha una peligrosa lucha por el poder. Sus hijos supervivientes se encuentran como peones en un juego entre las grandes familias de Inglaterra y las potencias de Europa que se disputan el control del país.
El mundo de que retrata la serie es visceral, peligroso y muy sangriento; una época en la que cada hombre o mujer de la corte está situado en la rueda de la fortuna, que puede llevarle a una posición de gran poder en un momento dado, o al bloque del verdugo al siguiente. Las sentencias se dictan rápidamente y nadie está a salvo.
La serie de 8 episodios está creada y escrita por Anya Reiss (Gente de barrio). Protagonizan Alicia von Rittberg, Tom Cullen, Romola Garai, Bella Ramsey, Oliver Zetterström, Jessica Raine, John Heffernan, Jamie Parker, Jamie Blackley, Jacob Avery, Alexandra Gilbreath, Leo Bill, Ekow Quartey, Alex Macqueen y Olivier Huband.

Primeras impresiones de Becoming Elizabeth
Vuelve a nuestras pantallas una de las reinas más sobreexplotadas de la cultura popular. Esta vez, aunque nadie lo había pedido, nos introducimos en la desconocida adolescencia de Isabel, una excusa perfecta para tomarse todas las licencias posibles y construir un nuevo drama histórico que hará las delicias de los más fanáticos del género en su vertiente más moderna.
Si no lo eres, mejor ni te molestes. Al fin y al cabo tiene todos los ingredientes: intrigas palaciegas, violencia, sexo, adulterio, amores inocentes rotos y, por supuesto, intérpretes muchísimo más guapos que sus personajes reales. Lo de siempre cuando se trata de los Tudor, vamos.
Es un historia sobre la temprana pérdida de la inocencia en un mundo cruel, donde la mayoría de las leyes proceden del fanatismo y no del sentido común o el de la justicia.
Y es que crecer rodeada de tiburones acaba convirtiéndote en uno, un síntoma que nuestra joven Isabel ya deja entrever en estos primeros cuatro episodios. Su hermano Eduardo VI es un simple peón con cara de Joffrey Baratheon, su atractivo protector Thomas Seymour es un hombre que si existiera hoy en día sería cancelado en cinco minutos -lo de la pederastia mejor lo dejamos para otro momento- y todos a su alrededor solo quieren escalar sin importar el modo.

En estos primeros episodios, el guion prefiere centrarse en el lado más sexual de la historia, todo aderezado con un poco de politiqueo por aquí y otro tanto de feminismo por allá. Dicho esto, la verdad es que no logra ofrecer ese verdadero estudio del personaje de Elizabeth en su adolescencia. Al menos de momento. Sin embargo, sí que consigue crear conflictos lo suficientemente interesantes, y vuelvo a repetirlo, para los aficionados al género.
No es que sea esa propuesta valiente y rompedora que en principio prometía, porque para eso ya tenemos a la insuperable ‘The Great’, pero el conjunto sí se compromete a la hora de mostrar algo de personalidad.
Lo digo porque, al margen de una banda sonora innecesariamente anacrónica, la producción en general es brillante, y tanto la fotografía como la dirección intentan escapar de los códigos tradicionales televisivos de este tipo de series -es una atmósfera que recuerda muy ligeramente a ‘La favorita’, pero sin el tono jocoso y el tratamiento risible de sus protagonistas-.
No obstante, para ser honestos, si existe la excusa perfecta para disfrutar de esta ficción sin ser aficionados esa es Alicia von Rittberg (Resistencia). La actriz alemana sufre una transformación espectacular y realiza una magnífica interpretación de su Isabel, un personaje repleto de capas y matices que están esperando a ser descubiertas. Esperemos que no tarden mucho más en aprovechar todo su potencial.
Ver ahora

Recuerda que puedes seguirnos en Facebook, Twitter o Instagram.