Obseso de la perfección. Dominador de géneros. Tomador de riesgos. Maestro de la composición y el espacio. Cacique de actores. Experto del tracking y los encuadres fijos. Polémico. Muchos son los calificativos con los que se puede describir al cineasta neoyorquino Stanley Kubrick, una de esas leyendas del cine que no deja indiferente a nadie.
Nacido en 1928 en el seno de una familia judía, Kubrick contaba con una inteligencia superior a la media, algo que jamás se vio reflejado en sus estudios, pero si en su trabajo. El director inició su carrera con la fotografía desde muy joven, donde empezó a interesarse por el cine y dirigió dos cortos documentales titulados ‘Day of the Flight’ y ‘Flying Padre’, ambos en 1951.
A partir de entonces, comenzaría una meteórica carrera provista de todo tipo de experiencias que le sirvieron para mejorar y llevar su famoso perfeccionismo al límite. Con tan solo 13 películas en su filmografía, resulta de los pocos cineastas que pueden presumir de haber realizado tantos filmes que se han convertido en iconos de la cultura pop y por ende, en incuestionables leyendas del séptimo arte.
A continuación, te presentamos un ranking de todas sus películas ordenadas de peor a mejor según los principales sitios web de cine.

Duración: 68 min.
Sinopsis: En plena II Guerra Mundial, un grupo de cuatro soldados estadounidenses quedan atrapados y perdidos en territorio enemigo a causa de un accidente aéreo. Desesperados por ponerse a salvo, deciden planear una ruta de escape a través del río, pero no contaban con que, en la otra orilla del río, se encuentra una pequeña base de operaciones del enemigo. Ahora, tendrán que decidir si salvar su vida o cumplir su deber con la patria mientras luchan con las inclemencias de la mente.
Con 25 años y tan solo 10.000 dólares, Kubrick debutó con una película sobre los estragos que la guerra produce en la mente del hombre. Desde los primeros minutos ya empezamos a vislumbrar algunas prácticas marca de la casa, como la planificación meticulosa, el uso de la cámara para enfatizar la locura y el afán del director por romper los moldes de toda cinta de género. Aunque, si bien el film fue muy mal recibido en la época, algunos críticos reconocieron haber visionado un desastre creado por un futuro genio. Que razón tenían.