HBO Max estrena este viernes 4 de febrero la segunda temporada de ‘Raised by Wolves’, la serie de ciencia ficción creada por Aaron Guzikowski (Prisioneros) y producida por Ridley Scott (El último duelo).
En esta segunda temporada, la pareja androide Madre (Amanda Collin) y Padre (Abubakar Salim), junto con su prole de seis hijos humanos, se unen a una colonia atea recién formada en la misteriosa zona tropical de Kepler 22 b.
Pero navegar por esta extraña nueva sociedad es solo el comienzo de sus problemas, ya que el «hijo natural» de la madre amenaza con llevar a la extinción lo poco que queda de la raza humana.
La serie está protagonizada por Amanda Collin, Abubakar Salim, Winta McGrath, Niamh Algar, Jordan Loughran, Matias Varela, Felix Jamieson, Ethan Hazzard, Aasiya Shah, Ivy Wong, Peter Christoffersen, Selina Jones, Morgan Santo, James Harkness, Kim Engelbrecht, Jennifer Saayeng y Travis Fimmel..

Primeras impresiones de la segunda temporada de Raised by Wolves
Si el final de la primera temporada dejaba muy claro que la serie había tomado otro rumbo, el principio de la nueva entrega confirma que en su superficie la ficción ya no se parece en nada a los inicios de la misma. Y es que, en estos primeros tres episodios, nos encontramos con el lado contrario de lo que se nos planteaba en el comienzo de esta historia. La soledad y la necesidad de supervivencia han dado paso a nuevas civilizaciones, personajes y comodidades.
Es a medida que comienza a aflorar su sustancia cuando sí que vemos a una ‘Raised by Wolves’ más reconocible, pues su trama vuelve a girar alrededor de las mismas cuestiones humanas trascendentales de siempre. Por ello, temas como la religión, la familia, el autodescubrimiento, la identidad y la evolución continúan siendo el verdadero alma de la producción. En este caso, nuestros protagonistas se encuentran en una colonia atea gobernada por una implacable inteligencia artificial.
En este sitio todos parecen temer a la máquina, los delitos se castigan severamente y usan a los creyentes casi como si fueran kamikazes. De esta forma, con Marcus en plan Mesías del espacio tratando de reclutar y convertir a todo el que ve, y Madre, Padre y compañía intentando adaptarse a su nuevo hogar, surgen una serie de nuevos dilemas y conflictos que a su vez generan giros extraños y salvajes. Sin embargo, no es de extrañar que exista un desequilibrio entre su trama y la construcción de su mundo.
Lo digo porque muy poco a poco vamos conociendo más acerca de un universo que continúa siendo enigmático y, en estos primeros episodios, se nos muestran tantos aspectos novedosos e interesantes sobre el mismo que en ocasiones pueden llegar a opacar a la historia. Aun así, la serie sigue funcionando como una propuesta emocionante, peculiar y fascinante que incluso multiplica su número de rarezas maravillosas, lo que la confirma como un nuevo título de culto dentro del género.
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