Una comedia romántica familiar en premisa y situaciones, pero también resulta
encantadora, divertida y llena de vida.
Un adolescente que
vive felizmente el mismo día en un bucle sin fin, pone su mundo patas
arriba cuando conoce a
una chica que también está atrapada en la distorsión del tiempo. Lo que
sigue es una historia de amor con un giro fantástico, mientras los dos
luchan por descubrir cómo -y si- escapar de su día interminable.
San Valentín está a la vuelta de la esquina y Prime Video aprovecha la
oportunidad para endulzar el fin de semana más romántico del año con una nueva
producción original. La película dirigida por Ian Samuels (Sierra Burgess
es una perdedora) cuenta con el guion de Lev Grossman (The Magicians),
que se basa en su propia historia corta homónima. Una comedia romántica
protagonizada por dos carismáticos jóvenes que buscan sentido al hecho de
continuar con su vida, mientras repiten el mismo día una y otra vez. Una idea,
la de los bucles temporales, que ha sido
utilizada en todos los géneros del cine y en infinidad de series de corte
fantástico. Por supuesto, la referencia más obvia es la inmortal
‘Atrapado en el tiempo’, pero existen otros filmes destacados como
‘Al filo del mañana’ o la más reciente
‘Palm Springs’. No obstante, en esta ocasión vemos como toma forma
el retrato de una fantasía en la que todos hemos pensado siendo
adolescentes.
¿Y si pudiéramos repetir el mismo día infinitas veces, para así poder
actuar sin consecuencias? El paso a una edad adulta llena de cambios y responsabilidades
genera una terrible incertidumbre en los jóvenes de la actualidad, y la
idea de que ese momento nunca llegue es donde Samuels y Grossman cimientan las
bases de la película. Así, nuestros protagonistas Mark (Kyle Allen) y
Margaret (Kathryn Newton), que
comparten una química cautivadora, disfrutan al máximo de las 16 horas
que dura el bucle y
aprovechan la belleza de los pequeños grandes momentos que ocurren a su
alrededor
-y que en la vida real tendemos a ignorar-. No obstante, a medida que van
forjando una estrecha relación de amistad, ambos comienzan a diferir en sus ideas sobre lo que están viviendo. Aquí es donde reside el alma de la cinta, en ese enfrentamiento entre los
personajes que da lugar a una montaña rusa de cuestiones acerca de por qué vale la pena continuar hacia
adelante, a pesar del dolor y las dificultades que nos esperan.
Si bien cuenta con unas destacadas interpretaciones de sus
protagonistas, unos diálogos dinámicos y una atractiva factura visual,
no todo en el filme es favorable. El desenlace y la revelación del
‘misterio’ de Margaret son previsibles. Asimismo, Samuels cae en
la reiteración de
algunos momentos que, irónicamente, no hacen avanzar demasiado la trama. Además, existen otros que simplemente amenazan con hacer explotar el
medidor de la cursilería. Al fin y al cabo esta es la película ideal para
ello. Pero, en definitiva, es cierto que ‘El mapa de las pequeñas cosas perfectas‘ es una comedia
romántica familiar en premisa y situaciones, pero en su conjunto también
resulta encantadora, divertida y llena de vida. Una cinta
perfecta para las generaciones menos familiarizadas que busquen iniciarse
en esto de los bucles temporales. Por su parte, aquellos más experimentados
podrían encontrar en ella una nueva y acertada propuesta de San Valentín.
Puntuación: 7/10
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