Entretiene, pero es una película de acción llena de lugares comunes del género
y de conflictos demasiado clásicos.
Cuando un escuadrón de soldados rusos mata a la familia de John Kelly (Michael B. Jordan) en represalia por su participación en una operación
secreta, este comenzará a perseguirles a toda costa. Uniendo fuerzas
con una compañera de los Navy SEAL (Jodie Turner-Smith) y
con un extraño agente de la CIA (Jamie Bell), la misión de
Kelly destapará de manera involuntaria un complot encubierto que amenaza con llevar a Estados Unidos y a Rusia a la
guerra. Dividido entre el honor personal y la lealtad a su país, Kelly tendrá que
luchar contra sus enemigos sin piedad para evitar el desastre y revelar las poderosas figuras que están detrás de la conspiración.
Prime Video estrena este mes una nueva película original dirigida
por Stefano Sollima (Sicario: El día del soldado) y escrita por Taylor Sheridan (Yellowstone) junto a Will Staples. Basada en el universo de Jack Ryan creado por Tom Clancy -y cuya serie homónima puede verse
también en la plataforma-, la cinta de acción se centra en uno de los personajes
más populares de la saga: John Clark. El filme, que además ya tiene una
segunda parte en camino,
actualiza el origen del personaje con una trama mil veces vista antes. No
solo porque sea un militar que busque venganza por el asesinato de su familia,
sino también porque
vuelve a reavivar ese cansino conflicto entre Estados Unidos y Rusia que
ya está demasiado pasado de rosca a estas alturas de la vida.
Si el protagonista se llamara Frank Castle y llevara una camisa negra con
una calavera, la verdad es que sería más o menos lo mismo. No obstante, este
temerario y vengativo Navy SEAL interpretado por Michael B. Jordan (Cuestión de justicia) se llama John Kelly, prefiere las sudaderas y no le hace ascos a
eso de trabajar en equipo siempre y cuando él esté dos pasos por delante.
Jordan no destaca por ser un gran actor con un rango emocional demasiado amplio,
pero al menos logra que su personaje se beneficie de ello. A su
alrededor, le acompañan nombres como el de un correcto
Jamie Bell (Rocketman), una implacable Jodie Turner-Smith (Queen
& Slim) o un pasable Guy Pierce (Bloodshot) metiéndose en la piel de uno de esos personajes que ha repetido hasta la
extenuación.
‘Sin remordimientos de Tom Clancy’ mezcla las
formas más modernas con unos conflictos demasiado clásicos. Su guion,
altamente previsible, se apoya en la misma fórmula de siempre y tampoco
busca revolucionar absolutamente nada. Por otro lado,
las escenas de acción son correctas, pero no impresionan. Además, la
película está llena de lugares comunes del género, incluida una secuencia
catastrófica en pleno vuelo que
parece ser de obligatoria inclusión en el cine de acción actual. Al
menos, el filme cumple con su propósito de entretener y el reparto
hace lo que puede con unos personajes bastante ordinarios. Sin embargo,
al final no es más que otra de estadounidenses peleándose por demostrar quién es
el más patriota mientras matan a rusos como moscas.
Puntuación: 5,5/10
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