Este nuevo viaje alternativo por la historia de la carrera espacial es más
colosal, descarnado y profundo.
La historia se reanuda una década después, en 1983. Es el
apogeo de la Guerra Fría y las tensiones entre los Estados Unidos y la
URSS están en su punto máximo. Ronald Reagan es presidente y las mayores
ambiciones de la ciencia y la exploración espacial corren el riesgo de ser
desperdiciadas a medida que
Estados Unidos y los soviéticos se enfrentan cara a cara para controlar los
sitios ricos en recursos de la luna. El Departamento de Defensa se ha trasladado al Control de la Misión y la
militarización de la NASA se vuelve central en las historias de varios
personajes: algunos luchan contra ello, otros lo usan como una oportunidad para
promover sus propios intereses y
algunos se encuentran en el punto álgido de un conflicto que puede conducir a
una guerra nuclear.
Este viernes llega a Apple TV+ la segunda temporada de una de las
series que más ha polarizado a la audiencia desde su lanzamiento. Un viaje por
la historia reciente que planteó una simple pero explosiva pregunta: ¿qué hubiese pasado si los rusos hubieran llegado primero a la
luna?
Así, la serie comienza a
adaptar los eventos reales a una línea temporal propia en la
que juega a su antojo
cambiando hechos, mezclando a sus personajes con imágenes de archivo o
reinventándolas por completo si fuese necesario. Por ello, nos encontramos en un mundo en el que el machismo y el racismo parecen haber disminuido
considerablemente, no tanto la homofobia, que continúa vigente en las altas esferas. Todo como efecto rebote de una
carrera espacial que se ha convertido en una épica excusa para
‘demostrar quién la tiene más grande’ entre estadounidenses y soviéticos.
En esta temporada, la serie
romantiza a ritmo de rock un conflicto armado causado por una paranoia
desmedida. Después de todo, lo acontecido plantea una nueva pregunta a estas alturas:
¿el objetivo del programa espacial sigue siendo la exploración científica o
la conquista armada?
Inevitable pensar en lo segundo cuando el
ejército ha infectado cada rincón de la NASA como un inesperado virus.
Aunque claro, al final parece una simple alegoría sobre la polémica que ha rodeado a las armas durante la
historia reciente del país. No es que sea algo negativo, pero
sí que se siente como la parte más floja y forzada de un guion por lo general
muy acertado. Un libreto que en esta ocasión le exige todo a sus personajes,
llevándolos al límite físico y emocional tanto en la tierra como en el
espacio.
Hablando de los protagonistas, la serie cuenta con un grupo tan amplio que
sería imposible mencionarlos a todos. Sin embargo, sí que hay que alabar en
su conjunto todas las interpretaciones de
un reparto que se encuentra a un nivel sensacional. Ciertos
personajes pueden gustar más o menos, por supuesto; pero
se hace complicado el hecho de no apreciar el desarrollo de cada uno de
ellos. En los nuevos episodios,
la ficción profundiza como nunca antes en su dolor, motivaciones y los
deseos que han ido evolucionando o involucionando
a lo largo de los 10 años que transcurren entre las temporadas. Además, como
gran añadido, estamos ante las que probablemente sean algunas de las mejores figuras femeninas de la televisión actual.
‘Para toda la humanidad’ continúa entremezclando los conflictos
humanos, a veces de corte telenovelesco, con
todos los apasionantes aspectos que rodean a la carrera especial. La
serie vuelve a demostrar una ambición enorme, aunque en esta ocasión sus pretensiones han sido meditadas con mucha más inteligencia que en su
primera temporada. Por supuesto, la ficción cuenta con
una buena cantidad de escenas visualmente impactantes, pero también
tiene
pequeños pero poderosos momentos en los que el diálogo toma más
relevancia. Por ejemplo, sin dar demasiados detalles, hay un instante en el
cual un hombre le dice a una mujer que siempre fue su modelo a seguir. Creo que sobran las palabras ante este gesto.
También tiene algunos puntos negativos, como varios de esos momentos de
melodrama terrenal en los cuales la serie resulta menos interesante. Porque lo que ocurre en el espacio normalmente es tan cautivador que la
idea de volver a la Tierra puede ser desesperante. Además, a veces
hay subtramas que se dejan aparcadas durante demasiado tiempo, así
como personajes que
desaparecen por completo gran parte de la temporada. No obstante,
aunque es una ficción que se cocina a fuego lento, todo constituye un maravilloso viaje alternativo cuya segunda escala progresa y termina
de una manera espectacular. Es más colosal, más descarnada y más profunda tanto en lo técnico como en
lo emocional. En definitiva, un nuevo triunfo de Apple.
Puntuación: 8,5/10
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