Los nuevos episodios ofrecen todo lo esperado y mantienen toda la calidad
técnica de la primera parte, aunque con algunos peros.
Tras los acontecimientos de la primera parte, la sed de venganza
de Assane (Omar Sy) contra Hubert Pelligrini ha destrozado a su familia. Ahora se encuentra entre la espada y la pared y necesita un nuevo plan, aunque ello implique arriesgar su vida.
En apenas unos días se estrena en Netflix la esperadísima segunda
parte de ‘Lupin’, la serie que realiza una versión contemporánea de
Arsène Lupin, el famoso personaje del escritor francés
Maurice Leblanc. La primera entrega fue toda una sorpresa
y triunfó por todo lo alto en el mundo entero, pero por desgracia hemos tenido
que esperar seis meses para ver qué ocurre tras el gran cliffhanger del quinto
episodio. Lo primero que salta a la vista es que esto de partir en dos la
temporada lastra en parte la acogida inicial de estos nuevos episodios,
así que es recomendable repasar lo ocurrido con anterioridad para allanar mejor
el camino. Lo digo porque, si eres de aquellas personas que no ha vuelto a ver
los primeros capítulos recientemente,
aquí no encontrarás un resumen de lo acontecido hasta ahora. Esto provoca
que reconectar con la historia resulte más complicado de lo que debería,
ya que uno no puede evitar sentirse algo confundido al principio.
Sin embargo, una vez hemos recuperado el hilo de la situación
nos encontramos con casi las mismas virtudes de siempre. Por ejemplo,
se puede reconocer que
ya no sorprende tanto el hecho de que Assane esté 20 pasos por delante del
resto, porque ya podemos esperar cualquier cosa de él y en el fondo
ya sabemos que va a salir airoso de la mayoría de líos. Pero este es
precisamente el atractivo de este tipo de propuestas, el
saber como pasan las cosas después de que pasen y así quedarnos con la boca
abierta igualmente. Incluso es fácil darnos cuenta de que en los nuevos episodios, la ficción
es un poco más James Bond y un poco menos Arsène Lupin. Gracias a ello,
la serie nos ofrece mucha más acción que en la primera parte y vemos
como Assane -con un imprescindible Omar Sy–
se involucra en más enredos que nunca, con explosiones, asesinatos y
tiroteos incluidos. ¡Hasta los policías parecen algo más útiles esta vez!
Por otra parte, el montaje lo es todo en esta serie, y aunque ahora
resulta algo más previsible a grandes rasgos, el gran trabajo en este aspecto
consigue que
incluso así nos sigamos sorprendiendo de las habilidades de Assane. No
obstante, la verosimilitud en ocasiones
pende de un hilo demasiado fino y a veces los guionistas se empeñan en
explicar cosas que resultan un tanto obvias. Tampoco funcionan igual de
bien los flashbacks de la adolescencia de Assane, pues llegados a este
extremo, estos se antojan algo innecesarios y atropellan la acción del presente. A pesar de todo, en general los nuevos episodios
ofrecen todo lo esperado y mantienen toda la calidad técnica de la primera
parte. Y como entretenimiento,
la serie continúa siendo ejemplar. También nos deja con
un desenlace satisfactorio, pero su cliffhanger final no resulta muy
llamativo. Por ello, no sé hasta que punto es necesaria la ya confirmada
tercera parte –al menos según Netflix UK & Ireland-, pero es de suponer que tienen una muy buena idea en mente.
Puntuación: 7/10
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