Una aventura épica y vibrante que actualiza algunos ingredientes de la fórmula
Disney.
Hace mucho tiempo, en el reino de fantasía de Kumandra,
los seres humanos y los dragones convivían en armonía. Pero cuando unos
monstruos siniestros conocidos como los Druun amenazaron el territorio,
los dragones se sacrificaron para salvar a la humanidad. Ahora, 500 años
después, esos mismos monstruos han regresado y Raya, una guerrera
solitaria,
tendrá que encontrar al último dragón para acabar para siempre con los
Druun. Sin embargo, a lo largo de su aventura, comprenderá que se necesita algo más
que la magia de un dragón para salvar al mundo,
también necesitará confianza.
Los directores Don Hall (Big Hero 6) y
Carlos López Estrada (Punto Ciego) se unen para dejarnos
una clásica historia de búsqueda a través de una tierra desolada y
dividida, todo por culpa de la ambición y el egoísmo humano. Un
mundo en el que
la confianza en los demás se antoja imposible, pero vital para la
supervivencia a largo plazo. Normal si tenemos en cuenta que los distintos reinos, pese a enfrentarse día
a día a una posible extinción,
no pueden estar en un mismo lugar sin llegar a las manos. Es precisamente
la necesidad de confiar el tema en el que Qui Nguyen (The Society) y
Adele Lim (Crazy Rich Asians) basan su guion. Un libreto que pretende dar
una ligera vuelta de tuerca a algunas de las manías narrativas del estudio, y lo logra, aunque no está exento de
algunos pequeñísimos fallos de ritmo y algo de conformismo en su
estructura.
Raya, nuestra protagonista, ha sido entrenada desde pequeña para
ser la protectora de su legado. Es una princesa, claro, pero su papel es una
continuidad del camino que ha tomado Disney para ofrecernos
princesas que realmente toman las riendas de su historia, inspirando así a
unas nuevas generaciones
deseosas de ver a personajes verdaderamente representativos. A lomos de
su fiel montura Tuk Tuk deberá encontrar a Sisu, de la
cual destaca la hilarante voz de Awkwafina (The Farewell) en su versión original, una tan carismática como inocente dragona
que debe salvar a la humanidad una vez más. Juntas, forman un dúo cuya
dinámica sin duda recuerda mucho a Mulán y Mushu, aunque
con sus propias peculiaridades. Las persigue Namaari, la princesa
de un reino rival que busca lograr sus propios intereses y que las
pondrá en más de un aprieto. Además, como no podía ser de otra forma, a lo
largo del viaje ambas se encontrarán con todo tipo de individuos simpaticones
en su mayoría.
‘Raya y el Último Dragón’ es
una aventura épica y vibrante que actualiza algunos ingredientes de la
fórmula Disney. Claro que derrocha humor marca de la casa, pero en la película
no hay números musicales, ni intereses románticos, ni siquiera esa gran
figura antagonista de manual. No obstante, sí que cuenta con
una cuantiosa dosis de acción y un grupo de protagonistas realmente
inspirador. Además, la espectacular animación, algo en lo que el estudio se
supera película tras película, se funde con
una emocionante banda sonora que la convierte en una obra
imposible de disfrutar por completo en la pequeña pantalla. Como punto
negativo, quizá podríamos apelar a la previsibilidad del conjunto. Sin
embargo, su mensaje de unidad, redención y confianza son los estimados pilares
de
un filme que devuelve la ilusión en los futuros clásicos de la Casa del
Ratón. Y si puedes, ve al cine a contemplarla en todo su esplendor, pues la
espera ha merecido la pena.
Puntuación: 8/10
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