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| Crédito: Coco Van Oppens |
El comienzo de la serie es fascinante e impredecible. Aaron Guzikowski ha
creado un universo rico en matices a la altura de las grandes obras de ciencia
ficción.
En un misterioso planeta aparentemente deshabitado, en un futuro en el que
la Tierra ha sido destruida, dos androides tratan de llevar a cabo la
misión que les ha sido encomendada: criar y proteger a un niño. Un
objetivo que se complicará con la llegada inesperada de
una colonia de humanos enfrentada por sus diferencias religiosas. Los
androides no tardarán en descubrir que pretender
controlar las creencias de los hombres puede ser una tarea difícil y
peligrosa.
En El Espoiler hemos podido ver los tres primeros episodios de esta serie llamada a ser una de los grandes proyectos de ciencia
ficción televisiva de los últimos tiempos. Es normal que cada año surjan
numerosas propuestas del género que satisfagan el amplio espectro de subgéneros
derivados. Sin embargo, son pocas las veces hoy en día que nos encontramos con
ficciones que recrean
un universo futurista post-apocalíptico con el fanatismo religioso como eje
central de todo lo acontecido, y que además sea capaz de plantearnos realmente
una sucesión de críticas y dilemas morales sobre nuestra propia existencia y el significado de la misma.
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| Crédito: Coco Van Oppens |
Este es el tema principal de una serie que además trata con otros asuntos
de gran trascendencia en la ciencia ficción como la
supervivencia en terreno desconocido, la tecnología o el comportamiento de
una sociedad distópica y completamente disruptiva a la nuestra. De esta manera, el creador Aaron Guzikowski (Prisioneros)
toca todas aquellas cuestiones que siempre han obsesionado al productor
ejecutivo Ridley Scott (Alien: Covenant, Todo el dinero del mundo).
El binomio logra dar con la tecla, sobre todo el último, que regresa
a la pantalla pequeña a lo grande después de algunos proyectos
cinematográficos un tanto cuestionables.
Ya en el primer episodio nos damos cuenta de la ambiciosa escala del proyecto, no solo por la espectacular producción en todos sus apartados, sino
también por la
cantidad de cuestiones planteadas que entran en conflicto directo con
los posibles ideales del espectador, sobre todo en lo referente a la
religión. Nos encontramos ante las consecuencias de
una guerra religiosa sin precedentes. Una cruzada de épicas
proporciones entre creyentes y ateos que
ha arrasado nuestro planeta hasta el punto de obligar a la raza humana a
abandonarlo
y actualizar el
estado de conservación de la especie al peligro más crítico de extinción.
Lejos de unirse para salvar la especie,
la humanidad sigue dividida por culpa de sus creencias. Los creyentes parecen haber conservado sus riquezas y vagan por el
universo en busca de un planeta donde asentarse. Por otro lado, unos
androides enviados por el bando ateo con el objetivo de
impedir que forma de vivir se extinga, dan vida manera artificial a los pocos embriones que quedan mientras se esconden en mundo
desconocido, frío y aparentemente desolado. Es entonces cuando un encuentro
fortuito entre el androide Madre y los seguidores de
Sol reavivará el conflicto.
‘Raised by Wolves’ cuenta con dos primeros episodios dirigidos por
Scott que funcionan como un
enorme, fascinante e impredecible prólogo.
No por los personajes, de los que apenas sabremos algo más de su trasfondo hasta el tercer
episodio. Tampoco por las interpretaciones, correctas pero sin
demasiado margen para explotar la capacidad de los actores.
Es ese universo tan rico en matices científicos, tecnológicos y
culturales
creado por Guzikowski lo que realmente sorprende de la serie, el cual
encuentro a la altura de varias novelas clásicas de ciencia ficción. Veremos como se desarrolla el resto de la temporada.
El potencial es infinito, crucemos los dedos.
Puntuación: 8/10
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