Crítica de ‘El internado: Las Cumbres’ (2021) Temporada 1

Un reinicio irregular que intenta hacer evolucionar la fórmula sin demasiado
éxito.

Un internado ubicado junto a un antiguo monasterio, situado en un
lugar inaccesible entre las montañas, se encuentra aislado completamente del mundo. Sus alumnos son chavales rebeldes y problemáticos que viven bajo la
estricta y severa disciplina impuesta por el centro que les prepara para la
reinserción en la sociedad. El bosque circundante
alberga antiguas leyendas, amenazas que siguen vigentes y que
les sumergirán en un terrorífico misterio.

Los fans de ‘El internado’ están de enhorabuena, pues este
viernes, Prime Video estrena el reinicio de la popular serie juvenil
emitida en Antena 3 entre 2007 y 2010. Creada por
Laura Belloso (Luna, el misterio de Candela) y Asier Anduenza,
esta nueva ficción llega para acercar la exitosa fórmula a más generaciones
mediante un toque más adulto, oscuro y espeluznante. O al menos esa
es la intención. En esta ocasión, las espectaculares vistas que nos regala este
nuevo internado son solo una fachada para ocultar el que es
quizá el misterio más sangriento y macabro hasta ahora. Sin embargo, ese
enigma es a su vez otra forma de
esconder todos los errores de una propuesta que intenta evolucionar sin
demasiado éxito.

Esta nueva versión adolece de algunas subtramas mal planteadas, además de contar con situaciones
del todo absurdas que no hacen ningún favor ni a los personajes ni al desarrollo de la
misma. Hay ciertos giros y romances que lastran a la ficción y la llevan por los derroteros del morbo telenovelero innecesario. De hecho, sin dar detalles de sus implicados, uno de los idilios que protagonizan dos de los protagonistas adultos resulta
del todo bochornoso y superfluo. Por no hablar de como esto, unido a ciertas elecciones musicales, disrumpen
por completo con ese tono de misterio que plantea la serie, provocando que esta de un paso hacia adelante y dos hacia atrás de forma
continua.

En cuanto a los protagonistas, y aunque los adultos son los peores parados en
este asunto, ningún personaje destaca especialmente. La única que
resulta algo interesante es la enigmática y amenazadora Rita de
Francisca Aronsson (Te volveré a encontrar), a la que esperamos ver más
por nuestros televisivos lares. Además,
la serie desaprovecha por completo a una actriz como Paula del Rio, que en ‘Cuerdas’ demostró todo lo que le puede ofrecer al género. No obstante,
el reparto en general se encuentra a muy buen nivel, pese a que el
material del que disponen no consiga hacer olvidar a los personajes de
siempre.

‘El internado: Las Cumbres’ funciona mejor
en sus situaciones de misterio y terror, más oscuras e inquietantes que
las de su predecesora. Gracias a esto, la serie nos deja con
ciertos momentos visualmente inspirados, pero ese nivel se mantiene
durante pocos pasajes. Además, para los fans del género, a lo largo de los
episodios nos encontramos con algunas escenas espeluznantes y varios ‘jump scares’ de manual. Eso sí, predecibles en su mayoría. También hay que
remarcar que, como muestra de su emisión en streaming y la intención de los
creadores de acercarla a un público de mayor edad, la ficción
cuenta con más sexo, desnudos y sangre de lo que cabría esperarse.
Padres y madres, estáis avisados.

Por otro lado, cuando se introduce en los terrenos del romance forzado y el
devaneo adolescente, la serie puede llegar a resultar soporífera,
aunque esto realmente
no importa si tienes la suerte de conectar con los personajes. Tampoco
ayuda que
se tome tanto tiempo para demostrar todo el potencial de su misterio.
Sí, va de menos a más, pero en todo momento da síntomas de que
la reducción de metraje no ha sido aprovechada para alejarse todavía más de
esas insulsas subtramas. Además, en ocasiones
tiende a tropezarse demasiado con esos lugares comunes que toma prestados
de la original. Pese a todo, no cabe ninguna duda de que
tiene los ingredientes para ser un éxito entre el público joven adulto,
lo que no significa que no necesite mejorar, y mucho.