Sinopsis
Stan, nuestro protagonista en ‘Pobre diablo’, es un chaval normal y corriente salvo por el hecho de que es el Anticristo. Además, acaba de cumplir 665 meses. Queda un mes para que se cumpla la profecía y tenga que cumplir con su destino: sumir a la humanidad en el horror y el caos, y traer el armagedón. Pero el tiene más interés en cantar y bailar en un musical de Broadway.
Crítica de Pobre diablo
Regocijaos, amantes de la animación patria y chanantistas de corazón, porque este viernes llega a HBO Max una nueva serie animada que hará las delicias de los simpatizantes del imprescindible trío formado por Miguel Esteban, Joaquín Reyes y Ernesto Sevilla. Como si se tratase de una secuela parodia que mezcla ‘La semilla del diablo’ y ‘Little Nicky’, la ficción nos introduce en la familia más demoníaca del mundo mundial durante los preparativos de un Apocalipsis el cual, muy a su pesar, no saldrá como el cachondo de -este- Satán espera. ¿O quizá sí?
Y es que su hijo Stan, el supuesto Anticristo que destruirá a la humanidad, aquí es un cachito de pan con sueños de Billy Elliot que si hace maldades es porque… bueno, porque no puede evitarlo. Tampoco es que sea fácil resistirse, sobre todo cuando está rodeado de un tal Mefisto gatuno y una Samael modernita que sí velan por el bien del mal. Así, nuestro protagonista intentará cumplir su sueño de ser una estrella de Broadway haciendo amigos, intentando negar su naturaleza y removiendo alguna que otra vida por el camino.

Que sea una de las pocas series de animación españolas en streaming que existen y esté ambientada en Estados Unidos es una decisión a priori algo cuestionable. No obstante, la visión que los españoles tenemos del país norteamericano aporta una perspectiva muy fresca del mismo -y el contraste con los temazos en español y otras referencias resulta un mejunje curioso-. Hablando de música, Esteban, Reyes y Sevilla han decidido tirar la casa por la ventana para hacer una serie lo más completa posible, por lo que también podéis esperar desde canciones originales hasta los cameos de famosos tan propios de las series animadas americanas.
Por supuesto, la serie está plagada de una sátira bastante ácida sobre todo tipo de temas del mundo moderno, además de un sin fin de referencias a la cultura popular al más puro estilo Chanante. Difícil que algo o alguien se salve aquí de la afilada pluma de Esteban y compañía. En este sentido, el humor a veces falla al hacer uso de algún que otro estereotipo lamentable para generar chiste, pero en general los guiones gozan de buen nivel y su comedia irreverente normalmente funciona -siempre y cuando sea del agrado del espectador, claro-.

Y aunque es verdad que hay veces en las que al guion se le nota algo contenido -gajes del oficio cuando se trata de crear en el mundo actual-, en otras no se amilana y se atreve a cruzar bastantes líneas, lo que la convierte en una serie que en ocasiones llega a encontrarse más cerca de ‘South Park’ que de otras como ‘Rick y Morty’. Mención especial a un doblaje redondo y un apartado visual, obra del estudio granadino Rokyn Animation, que mezcla el chanantismo con las reconocibles tendencias de la industria con bastante solera y eficacia.
No es perfecta y le falta ir un paso más allá, pero ‘Pobre diablo’ es una serie irreverente y entretenidísima que eleva el estatus actual de la industria animada española. Y es verdad que empieza muy fuerte y se desinfla un poco durante mitad del camino. Sin embargo, la ficción consigue remontar con esa genialidad que es el séptimo episodio y un último capítulo hilarantemente musical y anticlimático a partes iguales. Que alcance el título de joya dependerá de si logra continuar y, sobre todo, de cómo lo haga. Esperamos que, al menos, esta sirva como precedente y podamos disfrutar de más series animadas hechas en nuestro país. Potencial hay de sobra.
‘Pobre diablo’ se estrena el 17 de febrero en HBO Max.
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