Una arriesgada y atractiva propuesta que se ve lastrada por sus personajes
estereotipados y su batería de referencias ‘frikis’ forzadas.
Madrid, 2019. Un asesino en serie está sembrando el caos. Personas
anónimas y sin conexión están siendo asesinadas imitando las primeras
apariciones de los superhéroes más conocidos. Cosme (Antonio Resines) es
el mejor detective de su comisaría y está a punto de jubilarse contra su
voluntad. David (Javier Rey) es su relevo y es joven e impulsivo. Ambos
tendrán la misión de encajar las piezas en un juego, del que desconocen
completamente las reglas. En su aventura contarán con la ayuda de
Jorge Elías (Brays Efe), hijo de Cosme, entrañable friki y dueño de una
tienda de cómics, y de Norma (Verónica Echegui), jefa de ambos y amante
del manga y del cosplay. Dicen que algunas veces hay que ponerse el traje y
salir a hacer de este mundo un lugar mejor. Puede que esta sea una de ellas.
Pocas son las propuestas superheróicas que se pueden encontrar en el amplio
catálogo audiovisual español. Un género casi marginal que, gracias a la cantidad
ingente de películas de superhéroes que llegan desde todos los rincones del
mundo, ha tomado algo de impulso en los últimos años con proyectos como
‘Superlópez’ o la serie ‘El vecino’. En esta ocasión,
David Galán Galindo debuta en el largometraje con una cinta basada en su
propia novela y en la que parece tener la intención de sentar las bases de un
universo superheróico propio con las calles de Madrid como escenario.
Un proposición bastante atractiva que funciona mejor en el papel que en la
pantalla. Y es que la película se ve lastrada continuamente por unos personajes
muy estereotipados que lanzan a diestro y siniestro referencias ‘frikis’
demasiado forzadas. Tanto es así, que da la sensación de que algunas secuencias
han sido creadas específicamente para poder soltar la referencia de turno,
aunque no tengan el más absoluto sentido. Además, el personaje de
Brays Efe (Paquita Salas, ¿Qué te juegas?) es avergonzado escena
tras escena por un antipático protagonista interpretado por
Javier Rey (Mentiras, Velvet Colección) y todos los que ‘no son como
él’. Lo peor es que también ocurre a la inversa en ocasiones, y entre azotes
elitistas y escenas de ‘humor’ sonrojantes, un rayo de luz emerge desde todo
este abanico de sombras.
A pesar de que ‘Orígenes secretos’ sufre una crisis de identidad
entre la sátira y lo serio, la cinta eleva el interés con un último tramo de
sorprendentes formas superheróicas en el que debemos enfrentarnos de lleno a los
conflictos y motivaciones del villano. Es en estos momentos cuando la película
luce una serie de espectaculares artificios y una brillante fotografía mezcla de
Fincher y Snyder, de esas que poco hemos visto en nuestro cine. Gracias a ello,
el filme logra regalar al más comicófilo un homenaje más agradable y acertado
que la mencionada batería de referencias o el absurdo tratamiento estereotipado
de la figura del ‘friki’. No obstante, tiene potencial y margen para permitirse
el lujo de poder explorar algo más de su universo en el futuro.
Puntuación: 5,5/10
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