La ficción española confirma su estado de gracia con esta divertida comedia
que mezcla humor negro y thriller.
Edurne (Leonor Watling) y Julián (Hugo Silva) son
dos abogados de éxito profundamente estirados y algo esnobs.
Fueron matrimonio varios años y ahora, ya divorciados, sin hijos y con un
trabajo que les absorbe, tienen un miedo atroz al futuro y a la soledad.
Su pequeño universo cínico se tambalea cuando irrumpe en sus vidas la crisis de
los 40 y Franky (Luis Bermejo), un acabado y excepcional cocinero
especializado en comida rusa. No se les ocurre otra manera de superar sus
problemas que dejar sus trabajos y abrir un restaurante de comida rusa.
Lo que no esperaban es que se convirtiera en el favorito de la mafia, y
que su antes aburrida vida
acabara siendo un delirante y peligroso thriller.
La temida crisis de los 40 llega hablando en ruso a Movistar+ con esta
adaptación de la novela ‘El hombre que odiaba a Paulo Coelho’ de
Sergio Sarria. El propio escritor es el creador de la serie junto a
Miguel Esteban y Luismi Pérez, que se reúnen de nuevo tras
coincidir en el programa ‘Capítulo 0’ para regalarnos
seis episodios llenos de humor negro y problemas existenciales llevados al
extremo. Tras las cámaras se encuentra un Marc Vigil (Malaka, El
ministerio del tiempo) que, después de dirigir su ópera prima ‘El silencio del pantano’, regresa al género y formato que le vio nacer como cineasta:
el mítico binomio español que conforman comedia y televisión.
Al contrario que en la novela, en esta adaptación la voz del narrador recae
en Edurne. Leonor Watling (Vivir sin permiso, La
templanza) pasea por la pantalla cual Phoebe Waller-Bridge,
rompiendo constantemente la cuarta pared para contarnos todo lo que
se le pasa por la cabeza, sin filtros ni tonterías. La actriz madrileña
borda a
un personaje que resulta divertido y enternecedor, incluso dentro de su
pedantería. Como ex-marido y colega de crisis tenemos a Julian. Aunque cuenta
con menos protagonismo que su compañera, Hugo Silva (El ministerio
del tiempo, Brigada Costa del Sol) también
despunta interpretando a un hombre negacionista -de sus
cuarenta- que empieza a sentir los primeros dolores físicos
propios de la mediana edad.
Luis Bermejo (Un efecto óptico, Mientras dure la guerra) y su
descarado personaje completan el trío de protagonistas españoles. Sin embargo,
la ficción también cuenta con
un reparto internacional en estado de gracia. El actor petersburgués
Anton Yakovlev
(V3nganza) destaca como
uno de los mejores mafiosos que se han visto en una serie de nuestro
país. Da tanto miedo como pena, y estoy seguro de que
se ganará la simpatía del espectador casi al instante. Por otro lado,
resulta todo un lujo poder ver al veterano intérprete ucraniano
Mark Ivanir (Away, The New Pope) en una de nuestras ficciones, sobre todo mostrando un registro al que no estamos acostumbrados. El resto forman
una pandilla de matones rusos tan divertidos como tiernos -bueno, con
alguna excepción-, todo lo contrario a lo que se podría esperar.
Esto nos lleva a la siguiente pregunta. ¿Qué ocurre cuando mezclas vodka
con ‘Fleabag’, los hermanos Coen y una ligera pizca de
Tarantino? Pues que obtienes ‘Nasdrovia’, un
delirante cóctel de comedia negra y thriller que cuenta con un buen
puñado de personajes divertidos y una
trama que se resuelve de forma tan excéntrica como inteligente. Sin
parodias ni humor fácil, la serie hace de
la crisis de la mediana edad y la violencia un divertimento disparatado y
muy, muy culpable. Además, dentro de lo familiar que resultan algunas situaciones,
la ficción tiene una habilidad innata para esquivar los clichés de ambos
géneros.
La serie llega para confirmar la
magnífica época que estamos viviendo en lo que a ficción española se
refiere. Algo posible en gran medida gracias a la estrategia de Movistar de
priorizar la calidad frente a la cantidad. «Menos es más», «Lo bueno,
si breve, dos veces bueno». Da igual como lo expreses. Lo importante, sobre
todo en estos tiempos en los que el entretenimiento cómico y agudo debería ser
una prioridad, es que
estos seis episodios de apenas media hora te dejan con ganas de más. Es
una sensación tan triste, pero tan deliciosa a la vez… menos mal que ya se está trabajando en su segunda temporada.
Puntuación: 7,5/10
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