Si bien parte de una premisa interesante, la serie no aprovecha su potencial y
cae continuamente en lugares comunes de las historias de adolescentes.
Ambientada en Estados Unidos, en
un presente alternativo en el que las brujas finalizaron su persecución hace
300 años firmando un pacto con el gobierno,
la serie sigue a tres mujeres jóvenes que acuden al entrenamiento básico
en magia de combate hasta un terrorífico despliegue temprano. En este mundo,
los roles tradicionales de género están cambiados, con las mujeres en el
frente luchando contra las amenazas terroristas que se avecinan y que tienen un
gran parecido con nuestros tiempos, pero
con tácticas y armas sobrenaturales.
Del creador Eliot Laurence (Claws), llega a Prime Video esta
serie que propone
una completa transmutación de la historia estadounidense. Lo hace dando
un giro de 360 grados a todo lo establecido a lo largo de nuestra memoria
conocida, colocando a la mujer en las posiciones más poderosas del orden.
Además, famosos eventos y cuadros donde hombres se alzaban o posaban
victoriosos, ahora son sustituidos por copias exactas, en las cuales,
las temidas brujas de Salem y sus descendientes son las absolutas
protagonistas de un ejercito invencible.
La serie también realiza una reimaginación de las brujas y sus poderes.
En esta ocasión, su fuerza reside en
su habilidad para entonar mediante sus voces una colección de sonidos
-perceptibles o imperceptibles para el humano ordinario- que derivan en
poderosos conjuros capaces de atravesar metal y hormigón. Escudos de
protección, tormentas, control mental, necromancia… cualquier poder es válido a la hora de proteger al país del ‘Spree’, un bando terrorista que atenta contra civiles de forma
masiva utilizando métodos terroríficos.
De todo lo que podría ofrecernos la premisa, el creado opta por centrar el
grueso de la historia en el ‘cuartel’ donde las brujas se preparan para
luchar. Así,
nuestras protagonistas son tres adolescentes que deberán
permanecer unidas si quieres sobrevivir en el campo de batalla. Pero no se lo pondrán demasiado fácil entre ellas, ya que
sus dispares personalidades las sitúan continuamente en conflicto con sus
superiores. Tampoco faltan los
enfrentamientos entre hijas de familias importantes, demostraciones de
ego y ambiciones superfluas. Todo un pack de clichés que lastran los
mejores momentos que la serie nos ofrece.
Estos tres primeros episodios han sido suficientes para poder afirmar
que ‘Motherland: Fort Salem’ es una propuesta que combina un
presente alternativo con patriotismo a raudales, acción, misterio y una
tormenta de hormonas. Claro está, también es una auténtica fantasía feminista que cuenta
con varios aspectos propensos a escocer a algunos y algunas. Y si bien es
entretenida,
la serie funciona mejor cuando no cae en los lugares comunes
de las historias sobre adolescentes… por desgracia para el espectador
adulto,
este frustrante error lo comete con demasiada frecuencia. Tampoco
ayudan las interpretaciones que, aunque correctas, dejan entrever la
poca química existente entre las actrices.
Además, es una pena que
la ficción de la sensación de sentirse maniatada por el hecho de tener
que concentrarse tan solo en el fuerte y sus reclutas -son adolescentes y
tienen prioridad, claro-. Lo digo porque
es una serie con mucho potencial, en gran parte gracias al
infinito juego que pueden ofrecer sus ingredientes políticos, sociológicos
y fantásticos. Hay muchas cuestiones confusas con respecto a estos temas que necesitan ser
resueltas.
Incluso generan más interés que las tramas de sus protagonistas. Ojalá
en el resto de la temporada y en el futuro se atrevan a
expandir las fronteras un poco más allá y así poder saber más acerca de su
interesante mundo.
Puntuación: 6,5/10
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