Sinopsis
La serie protagonizada por el famoso personaje de ‘La familia Addams’ es descrita como un misterio detectivesco impregnado de elementos sobrenaturales sobre los años de Miércoles como estudiante en la academia Nevermore. En ella se ven los intentos de Miércoles por dominar su incipiente habilidad psíquica, detener una monstruosa ola de asesinatos que tiene aterrorizada a la ciudad y resolver el misterio paranormal en el que sus padres se vieron envueltos hace 25 años. Y todo eso mientras gestiona sus nuevas —y complicadísimas— relaciones en Nevermore.
Crítica de Miércoles
Este miércoles por fin llega a Netflix una de las series más esperadas del año. Dirigida a medias por un Tim Burton en clara decadencia, la serie traslada a la excéntrica y oscura familia Addams a la sociedad moderna. O mejor dicho, los ahoga en la fórmula adolescente de la plataforma con un ‘whodunit’ convencional y un tanto decepcionante. Como si nuestra Miércoles ahora fuera una especie de cruce entre Enola Holmes y Sabrina que va a una academia para monstruos adolescentes a investigar asesinatos, codearse con sociedades secretas y descubrir conspiraciones del pasado. ¿Os suena de algo? A mí también.
En esta academia llamada Nevermore y sus alrededores, Burton parece intentar plasmar todo su imaginario visual, pero se ve frenado por unos guionistas que prefieren los algoritmos a la originalidad. De hecho, al igual que ocurre con la trama, la plagan de todos los clichés de instituto posibles y explotan muy poco esos elementos que podrían hacerla icónica o, al menos, identificable y realmente original. Es más, lo que conocemos de la propia familia Addams no termina de encajar del todo en este universo. Tampoco lo sabemos, pues aquí el resto de los Addams son personajes muy secundarios y nada desarrollados.

Ya de primeras, sorprenden varias similitudes con ‘Adult Wednesday Addams’ después de que esta haya sido retirada de YouTube por acusaciones de derechos de autor. Y digo similitudes por no decir que se han aprovechado de su ausencia para copiar un par de conceptos. Pero, tejemanejes industriales aparte, la Miércoles de una espléndida Jenna Ortega (Scream) ya no es la niña sádica que conocimos ni hace barbaridades por el simple placer de hacerlo, sino porque tiene sus motivos o sus intereses para ello. Así, los guionistas la han convertido en una antiheroína adolescente con sentimientos, miedos y… pretendientes.
Lo primero que queda claro al ver la serie es que ni guionistas ni directores entienden realmente al personaje, algo que la propia Ortega dejó caer en una entrevista. Tanto es así que, a medida que pasan los episodios, resulta difícil creerse cualquier frase lapidaria o cualquier reacción de absoluto rechazo por parte de Miércoles, ya que acaba dando la sensación de que nada de lo que dice es en serio. Y esto es porque la ficción la retrata como a una adolescente dolida que parece refugiarse en sí misma para no hacerse daño, en vez de como ese personaje puramente frío y sádico que conocemos.
Tiene mucho mérito que, a pesar de todo, Ortega haya sido capaz de llevar a Miércoles a su terreno y brillar infinitas veces más que cualquier otro aspecto de la serie. Por no hablar de cómo supera la presión de trabajar frente a la mismísima Christina Ricci, quien en su infancia hizo de Miércoles ese personaje icónico que todos conocemos ahora. Pero es una pena que, en sus poquísimas participaciones, el resto de la familia Addams tampoco nos recuerde demasiado a los de siempre, sino que estamos ante una versión más humanizada encabezada por una Catherine Zeta-Jones que no convence como Morticia.
Otro gran problema de la serie es que Miércoles es alguien tan especial que, los demás personajes, se sienten meros parches para que Ortega tenga con quién interactuar a lo largo de estas ocho horas. Tenemos a la compañera de habitación quien, obviamente, es todo lo contrario a Miércoles, a los abusones de turno, a los pretendientes guapitos de siempre, al nerd, a la directora misteriosa, a la profesora simpática… Toda una sarta de clichés que hacen de sus superficiales subtramas algo completamente irrelevante. De hecho, solo un par de ellos terminan importando llegado el desenlace.

Desde luego, esto habría quedado mejor si su moderado humor negro también funcionara como una parodia de este tipo de series. No obstante, la mayoría del tiempo la serie se toma demasiado en serio a sí misma. Así, las excéntricas películas de los 90 o las recientes cintas infantiles de animación dan paso a una propuesta mucho más oscura y menos centrada en la diversión. Es una ficción de misterio y terror juvenil entretenida, efectiva y muy poco arriesgada que no abusa del jump scare ni se revuelca excesivamente en las cursilerías de la edad aunque, por desgracia, esto no significa que las esquive ni muchísimo menos…
Tampoco quita que, aunque sea entretenida, el ritmo y el interés no se resienta, especialmente cuando se centra en subtramas irrelevantes protagonizadas por sus personajes secundarios. Además, hay muchas incongruencias que tienen que ver con Nevermore y su funcionamiento. Bueno, con todo el guion en sí. Un libreto que, pese a desarrollar su misterio con cabeza, al final se antoja excesivamente predecible tanto en la resolución de este como en el desarrollo de las distintas relaciones entre personajes. Al menos, a nivel visual destaca y la banda sonora de Danny Elfman sigue siendo identificable y estupenda.
Creo que la familia Addams funciona mejor como un conjunto en el que cada miembro goce de su subtrama. Precisamente, los episodios más interesantes son aquellos en los que tenemos a los desaprovechados Gómez, Morticia, Pugsley y Tío Fétido -y aquellos en los que no se toma tan en serio a si misma, claro-. Sin embargo, aunque sea el mejor personaje, darle a Miércoles una serie propia para rodearla de personajes tan planos y poco atrayentes en comparación a su familia es un error. Y desde luego, esta no es la idea de coming-of-age de Miércoles que muchos esperábamos.
De todas formas, para las nuevas generaciones, la serie tiene todos los ingredientes para convertirse en un nuevo bombazo de la plataforma, así como en un lucrativo negocio para las tiendas de disfraces. No obstante, los que crecimos con la Miércoles de Ricci habríamos preferido a una quinceañera que diera rienda suelta a su sadismo y maldad, pero habría sido un movimiento demasiado perturbador y valiente para una industria cada menos atrevida. Por ello, Netflix ha preferido construir la trama detectivesca adolescente más convencional para el personaje más extraordinario. Una pena.
‘Miércoles’ se estrena el 23 de noviembre en Netflix.
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