Sarah Kucserka y Veronica Becker desarrollan a personajes realistas y hechos que suceden en el día a día que llevan a realizar una introspección al final de cada episodio.
Robyn ‘Rob’ Brooks (Zoë Kravitz) es una gran fan de la música y la cultura pop que regenta su propia tienda de vinilos y ordena todo lo que le ha pasado y le gusta en tops cinco, como si de unos listados de canciones más elegidas en una radio se tratasen. La vida le sonríe hasta que un suceso lo cambia todo: la relación con su prometido, Russell ‘Mac’ McCormack (Kingsley Ben-Adir), se rompe. Es a partir de ese momento en el cual nuestra protagonista decide hacer un repaso de sus rupturas amorosas para saber la razón que de sucedieran, tratando de comprender si solamente ha tenido mala suerte o es culpa suya.
El realismo de ‘High Fidelity’ es sorprendente, ya que Rob no duda en todo momento en romper la cuarta pared y hablarle al espectador como si fueran muy buenos amigos, lo cual genera una gran empatía y cariño hacia ella, contando además con una gratificante actuación por parte de Zoë Kravitz (Kin, Gemini). Sea o no tu personaje favorito, lo cierto es que sus reflexiones amorosas darán que pensar, ya sea por conocer a alguien o haber estado en una situación parecida, lo que demuestra la cercanía que tiene esta serie con el mundo real.
Un viaje al pasado siempre es bueno con el fin de realizarse una introspección y encontrarse los defectos que pueden mejorarse, pero hay que tener cuidado de anclarse demasiado en una parte de él. Al igual que muchos hemos hecho o llegaremos a hacer, el personaje principal busca comprender en qué ha fallado para acabar en la misma situación, en este caso en medio de una ruptura amorosa. Al ser reciente y haber durado tanto tiempo, le cuesta aceptar que debe dejarlo ir, exactamente lo mismo que sucede con todo aquel que ha lidiado con una relación rota. Sin embargo, al verlo desde fuera, tendemos a juzgar a Rob por sus actos y pensamientos, dando paso quizás a una reflexión que nos haga comprenderla y ponernos en su lugar.
Los personajes secundarios van obteniendo protagonismo y desarrollo, concretamente sus amigos y empleados de la tienda: el tranquilo Simon, interpretado por David H. Holmes (The Weekend, Josie & Jack) y la divertida Cherise, a quien da vida Da’Vine Joy Randolph (Fiesta de empresa, Kajillionaire). Ambos demuestran que la serie hace lo correcto al decidir no seguir girando en torno a una sola persona, y es por ello que llegamos a conocerles más, lo suficiente incluso para sentir también esa cercanía y empatía hacia ellos. Desafortunadamente, nos quedamos con ganas de saber bastantes detalles sobre los dos dada su cancelación.
La banda sonora gustará a los grandes fanáticos de la música, ya que tiene referencias de casi toda clase de artistas. Cada canción suena justamente en el momento exacto, ayudando a la narrativa a seguir adelante dando a conocer los sentimientos y pensamientos de uno o más personajes. Cuenta tanto con canciones ya existentes como con versiones creadas exclusivamente para la serie cantadas por Liam Shawcross, el músico en cuyo rol actúa Thomas Doherty (Los Descendientes 3, Gossip Girl), quien se nota que ya posee experiencia delante del micrófono.
Adaptación de la novela homónima de Nick Hornby, quien es también uno de los guionistas, ambientada en Nueva York – a diferencia de la película con el mismo título, cuya trama transcurría en Chicago – es posible que decepcione un poco a quienes leyeron el libro o vieron el filme por sus grandes diferencias con ambos. Es necesario entender que es una versión libre directa de la obra y no del largometraje. No obstante, lo mejor es verla sin saber nada de la historia original, a fin de evitar constantes comparaciones y solamente disfrutarla como una serie más.
Puntuación: 7/10
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