Sinopsis
Ambientada en una hipotética España actual, en un país dividido y al borde del caos político, ¡GARCÍA! está protagonizada por Antonia (Veki Velilla), una joven periodista de investigación que tropieza por casualidad con una conspiración urdida hace décadas: la existencia de un superagente criogenizado, García (Francisco Ortiz), creado en un laboratorio en los años 50 por los servicios secretos del general Franco.
Un soldado perfecto con una fuerza sobre humana y programado para obedecer órdenes sin cuestionarlas al que Antonia acaba de despertar después de seis décadas congelado. García se siente desorientado y confuso en una España que encuentra completamente cambiada. El viejo mundo choca con el actual mientras García y Antonia aprender a trabajar juntos al verse involucrados en una conspiración política que amenaza con acabar con la democracia en favor de una nueva y brutal dictadura.
Crítica de ¡GARCÍA!
Basada en el imprescindible cómic de Santiago García y Luis Bustos, la esperada serie que llega este viernes a HBO Max resulta todo un soplo de aire fresco. No solo debido a que estamos ante la historia de un superhéroe español que se desarrolla en una España a veces demasiado realista para ser distópica, sino porque precisamente retrata el manido conflicto de «las dos Españas» bajo la mirada de una tercera que está hasta los mismísimos de las otras dos. Y todo con imaginación, acción y humor marca de la casa en un tono que fluctúa entre las superproducciones superheróicas modernas, los clásicos de aventuras y espías de Hollywood y ‘La gran aventura de Mortadelo y Filemón’ de Javier Fesser.
De esta forma, con un argumento y unas formas que mezclan obras clave de la cultura popular como ‘Capìtán América’, ‘Superman’, ‘James Bond’ o ‘Misión Imposible’, la serie dirigida por Eugenio Mira (Grand Piano) construye su universo superheróico en base a los traumas derivados de la Guerra Civil y el franquismo, haciendo que el eterno conflicto marque a todos y cada uno de los elementos de su mundo. En la televisión no se habla de otra cosa, los personajes siempre parecen pertenecer a uno u otro bando y en las calles se respira una gran tensión de izquierda a derecha -literalmente-.

Es entonces cuando aparece la buena de Antonia en nuestras pantallas. Al contrario de lo que reza el título, aquí en principio la absoluta protagonista es el personaje interpretado por una Veki Velilla absolutamente maravillosa. Lo digo porque su Antonia es como una Lois Lane muy novata, un poco torpe y algo ingenua, pero rebosante de talento, valentía e inteligencia. Y la verdad es que la actriz madrileña logra interpretarla como si hubiera nacido para ello. Así, algo apurada porque le exigen más en el trabajo por el motivo que todos sabemos, en un día increíble y surrealista encuentra lo que parece ser un Capitán América franquista.
Cuando el bonachón García de un portentoso aunque algo inexpresivo Francisco Ortiz entra en juego, la ficción empieza a plantear una serie de debates que pueden pasar desapercibidos. Es interesante cómo estas preguntas, que en su mayoría tienen que ver con que no todo es blanco y negro en esta vida -ni siquiera en las dos Españas-, surgen casi de forma involuntaria a medida que García y Antonia van desarrollando su amistad durante la aventura. Una graciosa dinámica la cual, evidentemente, se basa en el choque generacional y las reacciones de García cuando se enfrenta a las nuevas modernidades.
Es una pena que la serie no indague todavía más en su trasfondo político -¿el equilibrio entre las dos Españas es posible o mejor corremos un tupido velo?-, ya que además parece perder el interés sobre este tema durante la mayoría de su desenlace. En parte es normal, no nos vamos a engañar, porque la ficción ha sido vendida como un thriller de acción y poco más, y esto es algo que se explota a conciencia especialmente a lo largo de su segunda mitad: situaciones imposibles, grandes batallas, conflictos en ebullición y un villano que posiblemente tenga algunas de las peores frases de la historia, en el buen sentido.

Además de realizar algunos paralelismos un poco exagerados en su imaginario, puede que en ocasiones su ambición a nivel visual exceda sus posibilidades. No es que se vea mal, en absoluto. De hecho, hay veces que resulta espectacular, pero también es verdad que la puesta en escena tiene aspectos que pulir. En especial, una asignatura que se ha quedado un tanto pendiente son las coreografías. Muchas se sienten poco orgánicas y lo que sucede alrededor de ellas parece algo forzado. Esto provoca que no siempre consiga transmitir toda esa grandiosidad épica que pretende.
Lo que sí la hace realmente irresistible es cuando se aleja del puro espectáculo moderno para juguetear con sus flashbacks, los cuales sirven como pequeños homenajes al cine clásico en los que se ha cuidado cada detalle. Es una decisión agradable que le aporta un plus de personalidad al conjunto, si es que le hacía falta más. Esto contrarresta a un guion que no es precisamente el punto fuerte de la producción, aunque sin duda puede presumir de esquivar los extremos para regalarnos esa perspectiva política objetiva casi imposible de encontrar.
Dicho esto, ‘¡GARCÍA!’ nos ofrece absolutamente todo lo que se espera de ella: acción, aventuras, humor, buenos personajes y un universo que dan ganas de continuar explorando. Y junto a otras como ’30 monedas’, esta es otra de esas producciones de HBO Max España que tienen el potencial para colocar a nuestra industria audiovisual en el punto de mira de la cultura popular a nivel internacional. No sé si llegará a ser el caso, pero sería una gran noticia que facilitaría a nuestro país el poder seguir produciendo propuestas de este tipo, aunque sea en esa compañía tan caótica y confusa que es Warner Bros. Discovery.
‘¡GARCÍA!’ se estrena el 28 de octubre en HBO Max.
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