Sinopsis
En ‘Fuimos canciones’ Maca (María Valverde), de 30 años, es torpe por naturaleza, disfruta la vida a sorbos y trata de ser feliz. Maca malgasta su talento trabajando como asistente de una tirana influencer de moda, y pasa el rato con chicos con los que nunca llega a comprometerse emocionalmente. Junto a sus dos amigas, Jimena (Elísabet Casanovas) y Adriana (Susana Abaitúa), únicas, arrolladoras y siempre dispuestas a darlo todo para que sus problemas parezcan más livianos, Maca ha conseguido convertir a Madrid en una ciudad donde todo es posible.
Todo parece ir bien, hasta que ÉL, el innombrable, vuelve a cruzarse en su vida. Leo (Alex González), su gran amor y error, el hombre que le hizo trizas el corazón, aniquiló su autoestima y su fe en el género masculino, vuelve a su vida para ponerlo todo patas arriba.
Crítica de Fuimos canciones
El mundo está cambiando y las comedias románticas también. De hecho, podría decirse que este género fue revivido precisamente por Netflix, el cual vio una tendencia al alza entre sus usuarios ante la falta de propuestas que se estrenaban en cines. De esta forma, después de muchos -y en su mayoría exitosos- intentos, ahora llega la película basada en la bilogía ‘Canciones y recuerdos’ escrita por ese tesoro nacional que ya es Elísabet Benavent.
Dirigida por Juana Macías (Bajo el mismo techo) a partir del guion de Laura Sarmiento Pallarés (Intimidad), la cinta, no exenta de graves clichés, intenta romper con algunos tópicos del amor para enseñarnos que aprender a valorarse y quererse uno mismo es la clave para lograr la felicidad plena, sea el ámbito que sea.

Sin embargo, es una pena que la película parezca un inofensivo copia y pega de ‘Valeria’ alimentado por unas formas propias de ‘Fleabag’ con esteroides. Y es que, si sumamos a las protagonistas de ambas series, nos da como resultado Maca, a la que María Valverde (Distancia de rescate) salva con una correcta interpretación algo fuera de su zona de confort.
Valverde comparte una buena química con Alex González (3 caminos) y su Leo, pero esa relación de ‘amor’ mezclada con un ‘conmigo o sin mí’ maquillado eleva la categoría de toxicidad cursi hasta que la credulidad dice basta. En esto tampoco se libran los personajes de Elísabet Casanovas (Doctor Portuondo) y Susana Abaitúa (Loco por ella), actrices de gran talento que dan para mucho más y que aquí se dejan llevar por las rebuscadas historias de Jimena y Adriana.
Se agradece que por lo menos, pese a su trillada trama principal, las relaciones románticas narradas en ‘Fuimos canciones’ no tengan tanto impacto como la evolución de las tres protagonistas. Además, siempre es un placer poder ver en acción a mujeres reales, aunque es innegable que esta vez hay algunos aspectos en la personalidad de estos personajes que resultan bastante disparatados.
No obstante, precisamente esto hace que las subtramas de Casanovas y Abaitúa en especial resulten más divertidas dentro de su artificial comicidad: una por su mensaje de aceptación y la otra por su tan hilarante como triste y macabra melancolía. Otro asunto es que todas las moralejas predicadas en el filme calen, tengan sentido o se sientan realistas. Dependerá de la persona. Tampoco es que una cosa quite la otra, porque a pesar de todo, esta es una película que hará las delicias de los fans de Benavent, ya que contiene toda la esencia y el espíritu de las novelas. Al fin y al cabo, eso es de lo que se trata.
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