Sinopsis
‘El proyecto Adam’ es la historia de Adam Reed, un viajero del tiempo del año 2050 que se ha aventurado en una misión de rescate para buscar a Laura, la mujer que ama, que se perdió en el continuo espacio-tiempo en circunstancias misteriosas. Cuando la nave de Adam se estropea, es enviado en espiral al año 2022, y al único lugar que conoce de esta época de su vida: su casa.
Crítica de El proyecto Adam
Tras diez años dando tumbos entre el limbo y una interminable producción, Netflix por fin estrena esta película familiar de ciencia ficción con viajes en el tiempo, aventuras y mucho humor marca de la casa. Dirigida por Shawn Levy (Free Guy) y protagonizada por un Ryan Reynolds (Alerta Roja) que en fin, a estas alturas ya no sorprende que otra vez haga de sí mismo, la cinta se encuentra claramente influenciada por las cálidas producciones ochenteras de Amblin como ‘Regreso al futuro’ o ‘E.T., el extraterrestre’.
Un ejercicio de nostalgia que mezcla lo mejor de estas con las formas que Reynolds parece exigir en cada uno de sus trabajos, para lo bueno y para lo malo. Por ello, no faltan los chistes de pedos que se entremezclan con abundantes intercambios de golpes verbales entre los personajes, algunos más acertados que otros, así como con esos a veces frustrantes diálogos sarcásticos entre protagonistas y antagonistas ya tan característicos del género. Enemigos por cierto, cada cual más inútil, como no podía ser de otra manera.

Hay que admitir que aquí Reynolds se encuentra mejor que de costumbre, sobre todo porque su Adam de mediana edad cuenta con algunos conflictos con los que el actor demuestra que todavía puede dar más de sí a nivel interpretativo. Además, está muy bien acompañado por el debutante Walker Scobell como el Adam de 12 años. Scobell se comporta de verdad como un pequeño Reynolds, lo que es hilarante y perturbador al mismo tiempo, algo ideal para aquellas personas a las que no les bastaba con uno solo.
Juntos comparten una química estupenda que conforma el alma de la película. Y cuando Mark Ruffalo (Aguas oscuras) entra en juego, da gusto ver interactuar a los tres unidos. Sin embargo, es una pena que los personajes femeninos se encuentren bastante desperdiciados. Interpretada por Jennifer Garner (El Día del Sí), la madre de Adam sufre un importante conflicto interno, pero en cuanto se empieza a explorar desaparece del mapa. Tampoco se desarrolla al personaje de Zoe Saldana (Vivo) ni su trasfondo, quedándose relegada a un escaso puñado de escenas.
Es una película inofensiva que no reinventa nada en absoluto, pero ‘El proyecto Adam’ también es un entretenimiento muy divertido, cálido y conocedor en todo momento de lo que quiere ofrecer al espectador. Es predecible pero acogedora, y tiene un clímax cogido con pinzas que se resuelve de forma algo precipitada, pero a su vez nos deja con un desenlace inevitablemente encantador. Además, no extiende su duración más de lo necesario como hacen otras películas de la plataforma.
No obstante, esto a su vez deja la sensación de ser un proyecto que podría haber sido mucho más, porque construye un pequeño aunque interesante conjunto de ideas y conceptos que no se exploran lo suficiente. Asimismo, más allá de que su protagonista rompe todas y cada una de las reglas de los viajes en el tiempo, tampoco se arriesga demasiado a la hora de desviarse de algunos de los lugares comunes del género. Por no hablar de un buen apartado técnico que se ve lastrado por el espantoso rejuvenecimiento facial de Catherine Keener (Nuevo sabor a cereza). Sin embargo, su mayor error es el mismo que el de muchas producciones hoy en día: debería haberse estrenado en cines.
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