Un desgarrador y agobiante retrato de la vida diaria de una inmigrante
kirguisa en Moscú.
Ayka (Samal Yeslyamova) acaba de dar a luz. No puede
permitirse el lujo de criar un hijo. Vive en Moscú en situación ilegal, no tiene
trabajo y debe pagar demasiadas deudas. No cuenta ni siquiera con un lugar
decente en el que dormir, ni goza de buena de salud en una de las situaciones
más desesperadas de su vida. ¿Podrá reprimir sus instintos naturales?
El cineasta kazajo Sergei Dvortsevoy (Tulpan) vuelve diez años
después de su último largometraje, con una cinta que compitió por la Palma de
Oro del 71ª Festival de Cannes y que muestra el calvario
diario de una inmigrante kirguisa. Cámara en mano, el director nos sumerge por
completo en el día a día de nuestra protagonista mientras intenta ganarse la
vida en un Moscú inundado por la nieve, la pobreza y la superpoblación. Los
inmigrantes se ven obligados a vivir en condiciones lamentables, escondidos y
apiñados en pequeñas habitaciones, y los empresarios se aprovechan para
explotarlos sin piedad con empleos precarios y horarios inhumanos. Una
situación que no es ajena a nosotros, pues ocurre en cualquier ciudad de los
llamados ‘países desarrollados’.
La actriz natural de Kazajistán, Samal Yeslyamova (Tulpan),
brilla con una de las mejores interpretaciones vistas en los últimos años,
gracias a la cual fue premiada con el galardón a mejor actriz en el mismo
Festival de Cannes. Ayka es egoísta por las circunstancias, necesita sobrevivir
a toda costa y nada va a impedírselo. Esto provoca que deba tomar decisiones que
incluso traicionan los valores de su propia cultura, como abandonar a su hijo
recién nacido o amenazar de muerte a una antigua compañera con el objetivo de
recuperar su trabajo. Y aunque Dvortsevoy centra todo el peso de la imagen en la
protagonista, es inevitable desviar la mirada hacia el caos, el desdén y la
enorme brecha entre clases sociales que salpican cada secuencia.
‘Ayka’ es un detallista retrato de una cruda realidad. Con un
estilo que recuerda a la ‘Rosette’ (1996) de los hermanos Dardenne, el
film es un durísimo viaje a través de lo peor de la sociedad moderna. Con su
sucesión de planos secuencia entre bebés abandonados, abarrotados metros,
viviendas okupadas, negocios que se sostienen gracias al empleo sumergido y
comentarios xenofóbicos, estamos ante una experiencia desgarradora, agobiante
e incluso terrorífica. Paradójicamente, es una de esas películas que no está
hecha para todos los públicos y que, sin embargo, debería ser de obligado
visionado, en especial para aquellos que todavía practican el elitismo y el
rechazo.
Puntuación: 8/10
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