Aunque no hay nada nuevo bajo el sol, es una serie absorbente que tiene el
potencial de agradar con su estimable intención de inspirarnos.
Mientras la astronauta estadounidense Emma Green (Hilary Swank) se
prepara para
tomar el mando de un equipo internacional en la primera misión a Marte,
esta tendrá que asumir la decisión de dejar atrás a su marido (Josh
Charles) y a su hija adolescente (Talitha Bateman) cuando más la
necesitan. A medida que transcurre su travesía espacial,
las dinámicas personales entre los astronautas y los efectos de haber dejado
a sus seres queridos en la Tierra se van volviendo cada vez más complejos.
Netflix nos lleva al espacio por segunda vez este año y en El
Espoiler hemos podido ver los cuatro primeros episodios de esta
nueva serie creada por Andrew Hinderaker. El creador construye una
ficción que supone una especie de contrapartida melodramática a
‘Space Force’
(2020), lo que puede traducirse en menos sátira y comedia, y
más exploración de los conflictos humanos derivados de los sacrificios que
deben realizar los implicados en una misión especial de estas
características.
Dicho esto, estamos ante una serie en la que
todos los personajes deben someterse a una exigente lucha interna, así
como confrontar los problemas que en los episodios se generan en el exterior, tanto en el espacio como en nuestro planeta.
Cada uno de ellos ha perdido y sacrificado mucho para poder realizar una
hazaña que supondría el mayor logro de la humanidad hasta la fecha. Es
por ello que, en los capítulos,
la balanza puede inclinarse más hacia la misión y los conflictos de su
escenario, o hacia la Tierra y las dificultades de los que esperan ver a su familia
regresar sana y salva.
El grupo de astronautas liderado por una renacida Hilary Swank (La caza, I Am Mother) está conformado por
representantes de Estados Unidos, Rusia, Reino Unido, China e India.
Juntos, emprenden
una aventura espacial internacional que no queda exenta de enemistades
terrenales
provocadas por choques culturales, políticos y religiosos. Por otro lado,
destaca la interpretación de la joven Talitha Eliana Bateman (Robert
the Bruce, Countdown) como la hija del personaje de Swank, que
debe vivir con una serie de conflictos añadidos a la ya nada desdeñable lista
de problemas adolescentes.
Aunque en ‘Away’ no hay nada nuevo bajo el sol, la serie encuentra
un buen equilibrio entre su ciencia ficción de formas realistas y su
melodrama colmado de humanidad, pero ya dependerá del espectador decidir si una parte funciona mejor que
la otra. Además, pongo la mano en el fuego por mi creencia de que, con toda
probabilidad,
la ficción cuenta con uno de los mejores episodios piloto del año.
También encontramos otras virtudes destacadas, como unos
efectos visuales que beben mucho de sus hermanas mayores cinematográficas
y un reparto correcto e inclusivo con la esperada subtrama LGBTQ.
Es una lástima que, después de un segundo capítulo lleno de tensión e
intensidad, toda esa energía se diluya poco a poco en un par de capítulos lastrados por una especie de ‘villano de la
semana’ en forma de momento crítico a resolver y otros varios clichés frustrantes. No obstante, y aunque es muy precipitado ofrecer un juicio final tras solo cuatro episodios, ‘Away’ es una serie absorbente que tiene mucho potencial para agradar a un amplio espectro de espectadores
con su estimable intención de inspirarnos.
Puntuación: 7/10
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