Bert Marcus dirige y escribe su tercer documental ambientado en el mundo de las redes sociales, mostrando tanto lo que se ve como lo que se esconde.
Las redes sociales tienen mucha relevancia hoy en día. Gracias a ellas, podemos, entre otras cosas, conocer personas, conectar con familiares y amigos o crear nuestro propio contenido. En éste último punto entran los protagonistas de este documental: Paris Hilton, quien saltó a la fama por provenir de familia millonaria y por una filtrada grabación pornográfica; Josh Ostrovsky, más conocido como The Fat Jewish, cuya cuenta de Instagram se hizo famosa por un vídeo en el cual da clases de spinning a la gente sin hogar de Nueva York; Brittany Furlan, conocida por ser la estrella de la extinta red social Vine con mayor número de seguidores en 2015; y Kirill Bichutsky, alias Kirill Was Here, fotógrafo distinguido por sus polémicas publicaciones mostrando la vida nocturna.
‘The American Meme’ es un documental bastante honesto que expone sin reparos las consecuencias de la fama en Internet. Pese a estar considerado uno de los medios más fáciles para ganar reconocimiento o poder mostrar contenido entretenido, no siempre se es capaz de llegar a todo el mundo. El largometraje muestra como ejemplo a los cuatro protagonistas previamente mencionados, desde cómo eran y a qué se dedicaban antes de ser conocidos en las redes sociales al efecto nocivo que puede alcanzar al tener un gran apego hacia ese ambiente virtual.
Además, dan su testimonio más celebridades que aumentaron su reputación con un imperio en Internet, lo cual demuestra que, en muchas ocasiones, es mejor estar en redes sociales y ganar fama ahí con el fin de poder alcanzar la profesión soñada. Cuanto mayor sea el número de seguidores, superior será la cifra de contratos que vendrán, demostrando la gran importancia que tiene la influencia que se transmita a través de un perfil. Sin embargo, no sólo se usan para beneficio propio: algunos tienen bastante estabilidad emocional con personas detrás de la pantalla que con las de la vida real, sintiéndose seguros con quienes admiran lo que ven.
El documental no glorifica ni discrimina a toda esta gente que han aprovechado Internet para ganar fama y poder mostrar su contenido a más personas. Simplemente, cada uno de ellos es escuchado sin ningún tipo de juicio mientras hacen un recorrido por sus vivencias y reflexionan sobre todo lo bueno y lo malo que les ha acarreado el hecho de tener sus vidas tan expuestas a causa de mostrarlas en las redes sociales. Sin lugar a dudas, estos testimonios dan que pensar acerca de lo qué percibimos y lo que no en todos esos perfiles que vemos.
Puntuación: 7/10
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