Una película entretenida, divertida y muy desenfadada que podría convertirse
en un nuevo clásico navideño.
Eleanor (Jillian Bell),
una joven e inexperta hada madrina en prácticas, se da cuenta de que
la profesión está en vías de extinción. Es entonces cuando decide
demostrar al mundo que la gente sigue necesitando hadas madrinas.
Mientras busca una nueva asignación, Eleanor
encuentra una carta perdida que contiene los deseos de
una niña de 10 años llamada Mackenzie (Isla Fisher). Cuando logra
localizarla, descubre que la pequeña es ahora una madre soltera de 40 años
que trabaja en un canal de noticias en Boston. Mackenzie perdió a su marido hace varios años
y está a punto de renunciar a la idea de ‘felices para siempre’,
pero Eleanor está decidida a darle la oportunidad de ser feliz,
le guste o no.
Estas navidades llega a Disney+ una nueva película festiva que
actualiza la desde hace mucho anticuada estructura de los cuentos de hadas. ¿Qué significa realmente ‘felices para siempre’? El libreto de
Kari Granlund (La dama y el vagabundo) y Melissa Stack (No hay dos sin tres) plantea esta y otras preguntas
acerca de nuestras prioridades a la hora de encontrar nuestra felicidad.
Tras las cámaras se encuentra Sharon Maguire (El diario de
Bridget Jones), que ya ha demostrado con anterioridad su capacidad para
equilibrar comedia y sensibilidad aunque el tema central sea emocionalmente
complejo. Algunos de estos asuntos pasan por ser mujer en el mundo moderno o, en el
caso que nos atañe, como superar las barreras sociales y personales con el fin de hallar nuestro
amor verdadero, que no tiene por qué ser un príncipe azul.
Hay muchas formas de amar y todas ellas son válidas.
No obstante, a pesar de que su comedia funciona y además tiene
corazón, su gran baza es sin duda sus dos protagonistas femeninas y la
química que comparten.
Dos personajes completamente opuestos entre sí pero que se complementan a
la perfección. Por un lado, Eleanor es inocente, aunque inteligente y llena de vida. Sin
embargo, no sabe nada sobre el exterior y
resulta desternillante como reacciona a lo desconocido. Y es
que Jillian Bell (Huevos verdes con jamón, Bill y Ted salvan el
universo) está brillante. Es muy complicado no conectar con su humor
porque derrocha carisma por cada poro. Por otro, Mackenzie es una
persona triste y desesperanzada que cree haberlo vivido todo. La actriz
Isla Fisher (Greed, ¡Tú la llevas!) posee cierto grado de magnetismo
y siempre es agradable verla en pantalla. Mención especial al mundo de
las hadas madrinas, que
podría dar para muchas más historias en el futuro.
‘Amadrinadas’ es una agradable sorpresa que llega con el
objetivo de amenizar las complicadas Navidades que se avecinan.
Es entretenida, divertida y muy desenfadada. Sus casi dos horas de
metraje se pasan volando entre sonrisas y carcajadas. Es de esas
películas que uno deja de ver cuando empieza a convertirse en una persona
mayor con cierta tendencia a la amargura. Sin embargo, una vez que decides
verla con ojos adultos y corazón de niño,
es inevitable dejarse llevar y apreciar esos matices que se nos
escaparían siendo unos pequeñajos.
Reflexiones acerca de la pérdida, la maternidad y la crisis de mediana
edad, una crítica hacia la ridícula prensa de lo viral, un mensaje
necesario y cada vez más habitual en Disney sobre
el derecho a elegir como y a quién amar… En definitiva,
estamos ante un nuevo clásico navideño para disfrutar una y otra vez en
familia. Felices para siempre.
Puntuación: 7/10
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