Sí, ya ha terminado el 2022 y ha empezado un 2023 que se antoja apasionante en lo que a ficción televisiva se refiere. Sin embargo, estos últimos 12 meses han estado llenos de grandes series nuevas para todos los gustos y colores.
Por ello, en El Espoiler queremos hacer un repaso por las que consideramos las 30 mejores series nuevas que se han lanzado en España durante el 2022. No os perdáis la lista a continuación:
20. Nuestra bandera significa muerte (HBO Max)
Aunque, en sus primeros episodios, ‘Nuestra bandera significa muerte‘ no parecía ser esa serie totalmente divertida y desternillante que uno podía esperar, la verdad es que termina mejorando enormemente. Tanto que unos magníficos Rhys Darby y Taika Waititi acaban dando vida a la que posiblemente sea una de las mejores parejas televisivas del año.
Además, en general es una propuesta muy entretenida, desenfadada y que incluso cuenta con su enorme corazoncito que late con fuerza dentro de tanta comedia absurda -y sangrienta- marca de la casa. Al fin y al cabo, este es el viaje de autodescubrimiento de dos señores cansados de la falta de amor en sus dispares vidas. Y el amor es amor, sin más.
19. Sandman (Netflix)
Aunque no está exenta de algún problema de ritmo puntual, así como de ciertas dificultades a la hora de que su narrativa mantenga siempre el mismo nivel, la verdad es que ‘Sandman’ es una de las mejores adaptaciones que recuerdo. Es una serie que sabe cómo mantenerse tan sorprendente como el onírico cómic de Neil Gaiman, a la vez que logra añadir numerosos toques personales que no desentonan en absoluto.
Es una serie emocionante, inquietante, extraña y sorprendente que deja momentos televisivos para el recuerdo. Pero, por encima de todo, la ficción es un atrevido retrato de la naturaleza humana en todas sus buenas y malas formas. Al fin y al cabo, los sueños pueden ser tan agradables o pesadillescos como la vida misma, pero su importancia en nuestro día a día es fundamental. Los necesitamos tanto como la libertad y las historias. Tanto como saber cambiar y adaptarnos a los tiempos. Tanto como ver más series de Netflix de este nivel.
18. Tokyo Vice (HBO Max)
Si hacemos la vista gorda ante todo lo que tiene que ver con su protagonista, nos encontraremos de lleno con lo mejor que ‘Tokyo Vice’ nos puede ofrecer. De esta forma, como si por sí misma fuese una periodista de las buenas, la serie nos acerca a Tokio casa por casa, callejón por callejón, personalidad por personalidad, metiendo las narices en cada rincón y desentrañando la verdad con parsimonia, analizando el entorno, comunicándose con todos los bandos y dando pasos lentos, pero firmes y seguros.
La ficción brilla con luz propia en su cuidadísimo apartado visual y sus interpretaciones, así como cuando reflexiona sobre el choque cultural y las dificultades para adaptarse a un entorno ajeno o impuesto, ya sea a través de los personajes de Samantha o el propio Shô. Así, esta miniserie basada en hechos reales se sacude todas sus dudas iniciales para ofrecernos una propuesta intrigante y poderosa que nos encierra entre las callejuelas de Tokio para no dejarnos salir. O por lo menos no conservando todos los dedos.
17. La ciudad es nuestra (HBO Max)
‘La ciudad es nuestra’ podría ser perfectamente una extensión espiritual de ‘The Wire’, la magistral ficción de los propios Simon y Pelecanos, porque desde luego no escapa a algunas comparaciones justificadas con la misma. Pero similitudes aparte, esta es una miniserie sólida, rocosa incluso, la cual se encuentra hilada a la perfección dentro de su aleatoriedad, aunque es verdad que podría haberse comprimido en una excelente película de tres horas.
Sin embargo, en su inmensa mayoría es una producción realmente impactante y bien documentada que nos muestra sin piedad la corrupción y lo ridícula que puede llegar a ser la justicia ante este tipo de casos. Desde el inicio hasta las consecuencias, la miniserie escarba en el proceso de una forma espectacular, rabiosa y en la que no hay lugar para la falsa positividad.
16. Nuestra mirada (Prime Video)
La cancelación más sorprendente e injusta del año. La serie creada por Jason Katims acierta ahí donde la ‘Fácil’ de Movistar Plus+ no lo hace, dejándonos con una representación más realista de la vida de tres compañeros de piso con autismo. Es una serie que nos hace reír a carcajadas tanto como ahogarnos en nuestras lágrimas, porque sus personajes deben enfrentarse a una vida adulta que les resulta cada vez más confusa, en gran parte por culpa de los estereotipos de la sociedad.
Con un trío protagonista maravilloso y un reparto secundario que también se encuentra a un nivel enorme, esta es una de las series más tiernas y emocionales del año que además podría haber sido la obra maestra de Katims. Si le hubieran dado más tiempo, claro. Por ello, ‘Nuestra mirada’ resulta una pérdida irreparable que no parece que vaya a ser rescatada por ninguna plataforma. Incomprensible.
15. Bocchi the Rock! (Crunchyroll)
El anime basado en el manga yonkoma de Aki Hamaji, no solo llega para llenar el hueco dejado por ‘K-On!’ y además superarla, sino también para dejarnos con un hilarante retrato de la ansiedad social. Lo hace a través de canciones muy pegadizas, un interesantísimo apartado visual que experimenta con distintos formatos y una protagonista a la cual, aunque se convierta en una babosa -entre otras muchas cosas- fruto de la vergüenza que le provoca una sola mirada, sin duda querrías llevarte a casa.
Y sí, no vamos a negar que a veces nos sentimos culpables al reírnos de un problema tan duro como es el de la ansiedad social, pero es inevitable por toda la ternura que rezuman su protagonista y sus formas. Es más, si Bocchi fuese una persona real -en cierto sentido lo es, claro- puede estar muy contenta, ya que todo en su serie logra crear esa conexión con el público que tanto desea. La presencia de ‘Bocchi the Rock!’ en esta lista está dedicada a vosotras, personas como Bocchi de todo el mundo.
14. Encerrado con el diablo (Apple TV+)
‘Encerrado con el diablo’ se toma su tiempo para juntar todas las piezas e iniciar el juego que todos queremos ver. Sin embargo, siempre avanza con un ritmo bien medido y una narrativa que sabe aumentar el interés, en especial porque también se atreve a experimentar cambiando el foco de la narración más allá de sus personajes principales. De esta forma se consigue construir un true crime diferente dentro de un género tan sobrecargado. Dicho esto, sus seis episodios ofrecen una experiencia quizá previsible en su desarrollo, pero lo hace presumiendo de una ejecución ejemplar y un reparto inmejorable.
Es un nuevo triunfo de Apple, la cual vuelve a redimirse tras dar demasiados pasos en falso durante los últimos meses. Además, se puede apreciar sinceridad en la propuesta, una que va más allá de esa manía de la industria en vendernos este tipo de producciones con la excusa de estar inspirada en hechos reales. Aquí hay una clara intención de contar una historia apasionante y de hacerlo bien, como tiene que hacerse. Eso sí, la verdad es que su desenlace se siente algo precipitado… o quizá solo sean las ganas de seguir abriendo en canal a un espectacular Paul Walter Hauser que fascina con su oscuridad en esta deslumbrante miniserie.
13. Hermanas hasta la muerte (Apple TV+)
Desde la desgraciada Grace hasta la soñadora Becka, en ‘Hermanas hasta la muerte’ todas nuestras -y nuestros- protagonistas sufren de una rabia incontrolable y egoísta, pero no necesariamente tenemos que empatizar con ninguna de ellas. Esto, unido a las sobresalientes interpretaciones del reparto femenino, consigue que la ficción rompa muchos estereotipos tanto a nivel de roles de género como de su propio género televisivo.
Y aunque es cierto que podría haber sido todavía más ligera, directa y gamberra, la verdad es que se agradece cuando se toma un respiro para que sus protagonistas puedan desarrollarse y mostrarse tal y como son. Es oscura, retorcida y cuenta con una dinámica familiar compleja y apasionante marca de la casa. Una propuesta refrescante que ha hecho que el fin del verano fuera más llevadero. En definitiva, Sharon Horgan lo ha vuelto a hacer… y Apple también.
12. Tiempo de victoria: La dinastía de Los Lakers (HBO Max)
‘Tiempo de victoria: La dinastía de Los Lakers’ se lo toma con mucha calma a la hora de contar su historia, porque es una producción espectacular y llena de detalles se mire por donde se mire. Eso sí, la mayoría de ellos superficiales, ya que cada personaje aquí presente daría para su propia serie sin problemas. Su primera mitad se desarrolla en su mayor parte fuera de la cancha.
De hecho, en su cuarto episodio ni siquiera ha empezado la temporada regular. A partir de ahí, el baloncesto entra en escena, pero lo hace de forma muy esporádica y algo aparatosa. Sin embargo, el conjunto conforma una propuesta realmente brillante y entretenida pese a la densidad de sus episodios. Sin duda, nos encontramos ante una auténtica fiesta del deporte y de todo lo que el mismo ha significado siempre para Estados Unidos y su gente.
11. Veinticinco, veintiuno (Netflix)
‘Veinticinco, veintiuno’ es una de esas historias universales que a todos nos gusta ver. Sin embargo, aunque podría definirse así, este conmovedor k-drama no mezcla géneros, sino que retrata con una hermosa habilidad visual y un cariño entrañable las distintas etapas de la vida de sus protagonistas, en las que el coming-of-age de instituto se entremezcla con deporte, periodismo y la crisis económica de finales de los 90. Es, en sí misma, esa serie de adolescentes y jóvenes adultos que aprenden a amar, a decepcionarse y a disfrutar del momento sin apegarse a ningún extremo.
Su mayor virtud, además de las cercanas interpretaciones de su joven reparto, es que demuestra un gran amor por cada uno de sus personajes, a los que va desmenuzando poco a poco, cada uno en su momento, para dejar claro que aquí no hay héroes ni villanos, solo personas imperfectas que han vivido una vida normal y corriente en una época difícil para el país. Es adictiva, emocional, enorme en su recorrido sin perder un ápice de intimidad y, además, es capaz de resultar realmente original y relevante. Y, como la adolescencia en sí misma, hay que disfrutarla mientras dure.