Movistar Plus+ estrena este martes 12 de abril la
película 'Seis días corrientes', una comedia española
protagonizada por no actores que se interpretan a sí mismos.
Basada en situaciones y personajes reales, la película relata el día a día de
la vida de Moha, Valero y Pep,
trabajadores de una pequeña empresa de fontanería y electricidad en la
periferia de Barcelona.
Durante una semana, Moha, el más joven, tendrá que demostrar que está preparado para sustituir a Pep, que se jubila. Pero Valero considera que Moha 'no da el perfil' y duda de que los clientes acepten a un trabajador marroquí en sus casas.
La película está dirigida por Neus Ballús (El viaje de
Marta), que además coescribe el guion junto a Margarita Melgar (pseudónimo tras el que se encuentran Montse Ganges y Ana Sanz-Magallón). Mohamed Mellali, Valero Escobar y Pep Sarrà se interpretan a sí mismos, mientras que
completan el reparto Paqui Becerra, Pere Codorniu, Aina Rue Puigoriol, Gemma Rue Puigoriol y Oriol Cervera, entre otros.
¿Por qué hay que ver Seis días corrientes?
El cine social siempre es necesario y pocas veces tenemos la oportunidad de
verlo bajo la lupa del desenfado. Es por esto que 'Seis días corrientes' es una película pequeña
e íntima, pero muy especial, porque Ballús sitúa su cámara entre faenas y
hogares de clase media-baja para
retratar un trozo de cotidianidad cercana de una manera tan ligera como
relevante. Para ello, la cineasta catalana vuelve a depositar el peso de la trama en
varios intérpretes amateur que hacen comedia de su propio día a día.
Mediante un gran trabajo de dirección, Ballús exprime al máximo a sus tres
protagonistas
hasta el punto de que su naturalidad queda totalmente inalterada. Y es
que tanto Valero, como Pep y Moha, derrochan gran cantidad de carisma a su
manera, y
juntos consiguen que resulte imposible distinguir la realidad de la
ficción. Es una cinta que, en tan solo 90 minutos y sin grandes alardes técnicos ni
dramáticos, consigue capturar una visión exacta de nuestra sociedad.
Una sociedad real, esa que vemos al cruzar la puerta de nuestra casa y que se
encuentra llena de individuos imperfectos como tú y como yo,
a la que todavía le queda un sinfín de cosas por aprender sin importar edad
o procedencia. En concreto, el matizado guion de Ballús y las Melgar profundiza en el racismo
inconsciente, los prejuicios, la imagen o la migración y su proceso de
adaptación, así como en
otros temas humanos que forman parte intrínseca de nuestro día a día. Un cúmulo de problemas sociales a resolver que es
envuelto de forma muy simpática por una serie de situaciones hilarantes y
trilingües -algo de lo más común en Cataluña-, de esas que escuchamos tomando una
cerveza en el bar de la esquina, las cuales nuestros protagonistas deben aguantar mientras realizan su trabajo. Y claro que todo en ella
puede pecar de cierta ingenuidad y falta de maldad en sus denuncias, pero
es tan encantadora y honesta que sus defectos resultan tan entrañables como
los de nuestro trío protagonista.