Una comedia de cine dentro del cine trillada, absurda, sin gracia y demasiado larga.
Comedia sobre un grupo de actores y actrices atrapados en una burbuja social
en un hotel por culpa de la pandemia mientras intentan acabar la secuela de una película de acción sobre
dinosaurios voladores.
De la pandemia también se puede hacer comedia. Para demostrarlo, hoy
llega a Netflix la nueva película de un Judd Apatow (El rey
del barrio) que aquí se encuentra absolutamente desatado, como si desde
las oficinas de la plataforma le hubiesen dicho:
«Querido Judd, aquí tienes el dinero... haz lo que quieras con él». Por culpa o gracias a ello, el director ha decidido realizar una mirada satírica
-o más bien absurda- de
aquellas producciones que durante estos últimos años han vivido un
auténtico infierno para poder llevarse a cabo. Puro cine dentro del cine que exagera el lado más bobalicón de filmes como
'Bowfinger: El pícaro' y la mezcla con la cutrez de un set del que el
mismísimo Ed Wood estaría orgulloso. Eso sí, todo mal. De
esta forma, Apatow
disecciona la pesadilla de un rodaje en plena pandemia y nos muestra el
funcionamiento del mismo y
la relación que tienen los diferentes implicados entre bambalinas. Si
todo en el filme está basado en una experiencia real ahí ya no entro, pero
desde luego no parece que el cineasta no sepa de lo que habla...
Esto lo digo porque, el guion que Apatow coescribe junto a
Pam Brady (Lady Dynamite), se encuentra lleno de
frases tan sarcásticas como lapidarias acerca de actores, directores,
productores y demás cúpulas hollywodienses -que a su vez obedecen a otras cúpulas-. De hecho, el grupo ficticio de
intérpretes que protagoniza la cinta está formado por personalidades excéntricas y muy marcadas que podrían
recordar a alguna que otra persona real. Por eso, no me extrañaría que Apatow haya aprovechado la coyuntura para
realizar
una crítica superficial de Hollywood y las excentricidades de sus
integrantes, pero probablemente tan solo sea una coincidencia. Así, Apatow se
apoya en un reparto principal repleto de cara conocidas quienes, para
añadirle más ironía al asunto, aquí aparecen
rodando la que posiblemente sea la peor película de la historia -la del
filme, no esta en sí, aunque casi-. Sin duda, poder ver a nombres como
Karen Gillan, Pedro Pascal o David Duchovny comportándose de forma tan desenfrenada resulta un estrafalario
divertimento, aunque la verdad es que
todos están muy lejos de su mejor nivel.
Es más, hay algunos nombres no tan conocidos que
se encuentran mucho mejor que otros con más peso, como pueden ser los
casos de la hilarante Maria Bakalova o Harry Trevaldwyn.
Con todo, 'La burbuja' conforma
un retrato excesivamente absurdo de la dinámica existente durante los
rodajes de este tipo de blockbusters, con el añadido de tomarse a risa todas las medidas, sufrimiento y paranoia
que acompañaron a la pandemia. Al menos, la cinta se aleja de ser un intento
pretencioso y deja bien clara desde el primer segundo su intención de funcionar como mero
entretenimiento. Sin embargo, si bien es una película entretenida pese a todo,
le sobra algo de metraje -dura 126 minutos, demasiado para una comedia
tan trillada-. Además, sus momentos de improvisación
a veces son tan evidentes que contrastan en exceso con sus partes más
guionizadas. Para colmo, su humor carece de gracia en su mayor parte, y la única
curiosidad rescatable reside en alguno de sus muchos cameos sorpresa. Lo que
sí tiene gracia es el día en el que se estrena. Buena broma, Netflix.
'La burbuja' ya está disponible en Netflix.
Puntuación: 4,5/10