TNT ha anunciado que el próximo lunes 25 de abril a las 22:55h estrenará la serie ‘Fantasmas’, el remake estadounidense de la tronchante comedia de la BBC que puede verse en Movistar Plus+.
La serie está protagonizada por Samantha (Rose McIver) y Jay (Utkarsh Ambudkar), una periodista freelance y un chef urbanitas que deciden dar un vuelco a su vida al trasladarse al campo para convertir una vieja mansión que han recibido en herencia en un hotel con encanto. El único problema es que el caserón ya está habitado. Por fantasmas, concretamente, y Samantha es la primera persona viva que puede verlos y oírlos.
Estas almas perdidas forman un grupo de lo más variopinto que incluye, entre otros, a una cantante de la época de la Ley Seca (Danielle Pinnock), un militar pomposo del siglo XVIII (Brandon Scott Jones), una hippie de la década de los sesenta amante de los alucinógenos (Sheila Carrasco), un boy-scout ochentero muy entusiasta (Richie Moriarty), un vikingo obsesionado con los bacalaos (Devon Chandler Long), un yuppie de los noventa sin pantalones (Asher Grodman), un nativo americano sarcástico (Román Zaragoza), y una dama de la alta sociedad del siglo XIX (Rebecca Wisocky).
Esta primera temporada consta de 18 episodios de los que se emitirán dos capítulos cada semana. Los nuevos episodios estarán disponibles también en TNT Now y en el servicio bajo demanda de los operadores al día siguiente de su emisión en el canal.
Primeras impresiones de Fantasmas
Mientras uno ve los dos primeros episodios de este innecesario aunque bienvenido remake, la verdad es que cuesta un mundo quitarse la original de la cabeza. Por ello, las constantes comparaciones son inevitables, pero es que cuando su hermana mayor es tan tronchante y aguda escaparse de su sombra resulta una tarea muy complicada. Además, tampoco ayuda que el inicio sea esencialmente el mismo en trama y que sus gags sean un calco de los que ya hemos visto.
No obstante, si hay un aspecto que la diferencia y la convierte en una propuesta interesante es cómo se adapta a la perfección a la historia y a las costumbres estadounidenses. Esto se traduce en que, si bien algunos de los fantasmas son iguales, el resto han sido cambiados para coincidir con su nuevo escenario.
En este sentido, a su vez la serie sufre una remodelación visual y narrativa que se asemeja más a la sit-com de toda la vida. Y es que, al menos en este inicio, esta parece ser una propuesta mucho más benévola que carece de ese puntito tan ácido, salvaje e hilarante del humor británico. Por no hablar de cómo se ha rejuvenecido -y enflaquecido- el reparto en comparación con la original, algo que no habla demasiado bien de los estándares televisivos estadounidenses.
Pero esta versión de ‘Fantasmas’ sigue siendo una ficción bastante entretenida, divertida y a presuponer emocional en su continuación. Al fin y al cabo, esta premisa cuenta con un potencial tan grande que seguramente desde Estados Unidos lo han sabido explotar muy bien a su favor. Lo sabremos en los próximos episodios.
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