Sinopsis
En esta segunda temporada de ‘The Great’, Catalina finalmente toma el trono ruso para sí, pero pronto descubrirá que destronar a su marido ha sido sólo el principio. Catalina debe enfrentarse ahora a la realidad de «liberar» un país que no quiere ser libre. Su lucha por llevar la luz a Rusia significará luchar contra su propia corte y los más cercanos a ella, incluida su propia madre (Gillian Anderson). También luchará contra su propio corazón mientras continúa avanzando en su relación con Peter. Al final, Catalina aprenderá que para cambiar un país hay que dejar que te cambie a ti, que hay una delgada línea entre el idealismo y la ilusión, y que convertirse en «Grande» le exigirá más de lo que hubiera imaginado.
Crítica de los tres primeros episodios la segunda temporada de The Great
¡Hurra! Tras una larga espera, en unos días llega a STARZPLAY la esperada segunda temporada de una de las mejores series de los últimos años. Creada por Tony McNamara (Cruella), esta tragicomedia satírica ligeramente basada en hechos reales supuso un auténtico soplo de aire fresco en su estreno. Más de dos años después, y con diversos parones de producción debido al COVID-19 incluidos, por fin podremos asistir al ansiado ascenso de Catalina (Elle Fanning) al poder, un ascenso que además supone el también deseado descenso del ‘buenazo’ de Pedro (Nicholas Hoult), claro.
¿Y cómo aborda la ficción este intercambio de poderes? Pues con toda la gracia y el desenfado que la caracterizó durante la entrega anterior, por supuesto, pero a su vez se puede apreciar algo más de corazón debajo de la enorme cantidad de humor provocador, irreverente y algo psicópata.
En los tres episodios que nos han permitido ver -tan pocos que duele- nos encontramos con una Catalina bastante embarazada y sufriendo de pica en pleno clímax del derrocamiento. Ansiosa por acabar con Pedro de una vez por todas, la futura emperatriz lidia con su estado físico y el caos que existe a su alrededor mientras nuevas relaciones y alianzas van y vienen a medida que la balanza se inclina a favor de uno u otro.
Además, también asistimos a su empeño por darle a Rusia un giro de 360º, unas medidas ‘impensables’ que incluyen la libertad para que los habitantes puedan ejercer cualquier religión y… ¡educación para las mujeres! ¿Estamos locos o qué? «Esto cuando Pedro no pasaba», dirían los de siempre. Como es obvio, no todos abrazan estos nuevos cambios, y por su parte, Pedro se encuentra cada vez más forzado a ceder el trono muy a su pesar, pero ni antes ni después de hacerlo se lo va a poner demasiado fácil a Catalina.
Lo que hacen Elle Fanning (Violet y Finch) y Nicholas Hoult (Aquellos que desean mi muerte) en ‘The Great’ continúa siendo para enmarcar, porque ahora ambos deben desempeñar un papel muy distinto al de la pasada entrega y dominan los nuevos matices de sus personajes como si fuera algo fácil. Sin embargo, con permiso del resto del reparto, el excelente diseño de producción y la impoluta dirección artística, son los guionistas los que deberían llevarse los vítores más estruendosos. McNamara y compañía han logrado que este inicio de temporada sea todavía más divertido, emocionante y gamberro.
Juntos, consiguen equilibrar una comedia deliciosamente extravagante, en ocasiones inteligente y otras de un sarcástico a la vez que poético mal gusto, con una dosis de drama en el cual, dependiendo del personaje, a veces uno no sabe si reírse de placer o llorar de amargura -o de risa-. Y todo funciona mejor que nunca, así que solo nos queda gritar hurra hasta cuando estornudemos. ¡Hurra!
Ver ahora
Recuerda que puedes seguirnos en Facebook, Twitter o Instagram.