Más oscura y confusa, esta nueva revisión quiere distanciarse tanto de sus predecesoras que acaba quedándose en tierra de nadie.
Un año después del fatídico accidente de coche que empañó su noche de graduación, un grupo de adolescentes se ven unidos por un oscuro secreto y son acechados por un brutal asesino. Mientras intentan averiguar quién les persigue, desvelan el lado oscuro de su ciudad, aparentemente perfecta, y de ellos mismos. Todo el mundo oculta algo, y descubrir el secreto equivocado podría ser mortal.
Prime Video estrena en unas horas esta serie dramática con toques de terror que se basa en la novela homónima de Lois Duncan. La ficción creada por Sara Goodman (Reunion) es una versión actualizada a consciencia, de esas que están tan de moda en los últimos tiempos y que suelen generar pasión y disgustos por igual. De hecho, no es la primera vez que se adapta el libro de Duncan, ya que a finales de los 90 el director Jim Gillespie y el guionista Kevin Williamson reimaginaron la obra llevándola a los terrenos del slasher, género que aquella época estaba alcanzando una gran popularidad. Sin embargo, una comparación más evidente sería con la injustamente desaparecida adaptación televisiva de 'Scream', de la cual recupera tan solo una ínfima parte de su espíritu, porque la que nos atañe se desvía por otros derroteros.
Al igual que ocurrió en su momento con la película, tampoco esperemos que esta sea una adaptación fiel de la novela, ni mucho menos. Los nombres han sido cambiados y, a su vez, los personajes han sufrido un remodelado total que los convierte en adolescentes y adultos con problemas modernos. Y es que aquí nos encontramos de lleno en nuestra era: la de los smartphones, las redes sociales, los influencers y Onlyfans, todo dentro de un bonito entorno hawaiano. Un lugar tranquilo en apariencia cuyos habitantes van muriendo poco a poco meses después del trágico evento, a la vez que ven como sus numerosos secretos se van destapando. De esta manera, la serie mezcla el misterio y el dramatismo del libro con el terror slasher del filme, añadiéndole además un cierto toque de thriller psicológico y erotismo al conjunto.
Además, en este lugar aparentemente idílico existe una ingente cantidad de secretos revelados y todavía por revelar, algunos predecibles y otros sorprendentes por lo retorcidos que resultan. Para añadir más morbo a este asunto, y siendo fiel a la moda
televisiva, la serie narra sus eventos dando saltos hacia delante y atrás en el tiempo desvelando información poco a
poco. Hasta se podría decir que la ficción abusa de esta práctica, porque muchas
veces opta por
cortar fragmentos de escenas a su antojo para después repetirlas al
completo y así revelarnos algo nuevo. Una forma de narrar que
funcionaría mejor si no hiciera tantas trampas con el objetivo de
estirar un misterio que, no lo vamos a negar, a priori tampoco necesita tanto
metraje. Otra cosa es que Goodman aproveche estos rodeos para desgranar a sus
personajes, pero incluso aquí peca de excederse en sus engaños.
Uno de los cambios aporta un giro dramático mayúsculo que marca en especial a uno de nuestros
protagonistas. Y tras ser testigos de esta primera gran revelación que nutre el resto de
la serie, resulta prácticamente imposible empatizar con los personajes principales después de analizar la magnitud de una decisión inicial del todo
detestable. En serio, en la novela y la película son unos auténticos angelitos al lado de los aquí presentes. Por supuesto, la ficción intenta por todos los medios
hacernos comprender que sus elecciones y motivaciones son normales y
realistas
entre unos adolescentes que no quieren ver su futuro lastrado por un ¿simple?
accidente,
y puede que sea cierto en esa sociedad supercompetitiva que es la
estadounidense, pero nada quita que todo a su alrededor resulte turbio, abominable e
incomprensible.
A medida que pasan los episodios,
el resto de personajes va ganando algo de desarrollo. No obstante, aquí
las absolutas protagonistas son Alison y Lennon, las hermanas
interpretadas por Madison Iseman (Nocturno). Alison se encuentra
ensombrecida por su hermana y consumida por la culpa, mientras que
Lennon es
una joyita casi demoníaca que disfruta jugando con los demás para lidiar
con su mente. Entre los miembros restantes de este grupo de adolescentes egoístas y
perdidos en busca de su identidad tenemos a Riley (Ashley Moore),
una traficante de tres al cuarto de familia pobre;
Dylan (Ezekiel Goodman), el medio rarito de turno ahogado
por su consciencia; Johnny (Sebastian Amoruso),
el chico gay enrollado y en forma; y Margot (Brianne Tju),
una influencer que pocas veces ve más allá de su nariz. Y toda esta
complejidad y toxicidad que los caracteriza, unida a las relaciones
complicadas y opresivas que vemos en la serie,
resultan algunos de sus aspectos más interesantes.
'Sé lo que hicisteis el último verano' desafía al imaginario
colectivo con una propuesta mucho más oscura y confusa que la novela y la película. Es una ficción que con sus giros y revelaciones intenta sorprender,
sobrecoger y desviarse cada vez más de sus versiones anteriores, pero entre
eventos también deja en el aire muchas preguntas por responder
que no parecen hacerse ni los propios protagonistas. Por no hablar de
una serie de decisiones dudosas que empeoran en su ejecución, así como
de los abundantes agujeros y conveniencias de guion que espero tengan
respuesta en el resto de episodios. En cuanto a los que buscan gritos y sangre
fácil, de momento
la mayoría de los pocos asesinatos ocurren fuera de la pantalla, así
que este apartado para muchos resultará decepcionante. No,
tampoco hay garfio.
¿Es un thriller psicológico tramposo? ¿Un whodunnit? ¿Un slasher? ¿Un culebrón
adolescente moderno? ¿Un drama pueblerino americano donde nadie se comporta
con normalidad? Sí, es todo eso, pero entre una cosa y la otra, en estos
primeros cuatro episodios
parece que la serie anda algo perdida entre tanto subgénero que pretende
abordar. Esto a su vez provoca que existan tramos los cuales se hacen muy cuesta
arriba, porque durante estas primeras horas
uno todavía no sabe qué es lo que la ficción nos quiere proponer
exactamente. Por lo tanto, habrá que ver si es capaz de equilibrarse a sí
misma a lo largo de los capítulos restantes, porque la verdad es que de
momento esta revisión se queda en tierra de nadie.
Puntuación: 5/10
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