Aunque no todo funciona, la ficción es un divertido y refrescante regalo
para los amantes de los musicales de siempre.
Una pareja que se encuentra realizando un viaje de mochileros diseñado para
reforzar su relación, se encuentra de repente con un pueblo mágico llamado Schmigadoon que vive en un musical de la década de
los 40. Una vez allí, ambos descubrirán que
no pueden irse hasta que encuentren el ‘verdadero amor’.
A Apple TV+ le encantan los musicales y vuelve a demostrarlo con
una nueva propuesta que llega a la plataforma este viernes. La serie es un
evidente homenaje a la edad dorada del género que
explota todas sus virtudes, pero tampoco renuncia en ningún momento a
ridiculizar los clichés y defectos del mismo. Además, la ficción a su
vez es
una crítica a aquellas sociedades profundamente conservadoras que
todavía existen hoy en día, las cuales impiden ejercer lo que debería ser un
derecho fundamental del ser humano:
tener la libertad de poder ser uno mismo. Todo rodeado de un imperioso
aura humorístico y cursi que deja bien claro que, pese a lo mencionado, esta
es una parodia en la que el amor es el eje principal de la trama.
Melissa y Josh, la pareja de protagonistas interpretada
con mucha química y gracia por los humoristas Cecily Strong
(Cazafantasmas) y Keegan-Michael Key (The Prom), se dan de bruces con uno de los momentos más temidos en toda relación:
ya no se quieren como antes y han olvidado por qué surgió el amor entre
ellos. De esta forma, siendo los únicos personajes conscientes de estar en un
musical, utilizarán Schmigadoon
para experimentar e intentar reencontrarse consigo mismos mientras
reaccionan a los momentos musicales con comentarios y gestos sarcásticos. Esto
provoca una montaña rusa de emociones en ambos que
no solo hará tambalear su relación, sino que pondrá patas arriba la
estabilidad de un pueblo estancado en sus costumbres. Este inteligente paralelismo, sea o no intencionado,
aporta a la ficción de una sensibilidad y un mensaje de cambio en el que
podemos vernos reflejados de muchas maneras.
Como no podía ser de otra forma, en la serie
cualquier excusa es buena para empezar a cantar y bailar, por lo que
todos los personajes gozan de su glorioso número durante los
momentos más -o menos- inesperados. Los habitantes de este pueblo cuentan con
personalidades muy marcadas y
algunos de ellos horrorizarían al público si este fuera un musical lanzado
en los 40, algo que solo puede resultar muy gracioso. Por supuesto, no es casualidad
que el resto del reparto esté formado
tanto por leyendas como por estrellas recientes de Broadway. Entre
ellos podemos encontrar a Alan Cumming, Kristin Chenoweth,
Ariana DeBose, Aaron Tveit,
Jane Krakowski, Dove Cameron o Ann Harada, un grupo de artistas
que eleva la calidad de la ficción en su género
gracias a la gran cantidad de talento que derrocha cada uno de ellos.
La creación de Cinco Paul y Ken Daurio (Saga Gru) es un regalo
para los amantes más férreos de los musicales de siempre. A veces es
hilarante y muy ridícula, pero también es
inteligente y emotiva por momentos. Mucha culpa de ello la tienen los
protagonistas principales, cuyas personalidades difieren por completo de un
ambiente ya de por sí exagerado hasta la extenuación. Por otra parte,
los bailes de los números musicales
están muy bien construidos y ejecutados y las canciones
están todavía mejor interpretadas, pero es verdad que
muy pocas son lo suficientemente pegadizas o quedan en el recuerdo después
del visionado. De hecho, muchas de ellas
suenan muy genéricas o se parecen demasiado a aquellas a las que los
compositores intentan homenajear. Y si la intención era esa, no habría estado mal que la decisión final
hubiera sido otra muy distinta.
Además, la serie hace gala de ese
diseño de cartón-piedra tan característica de las producciones
cinematográficas del género durante su época dorada, una entrañable peculiaridad que nos hace rememorar muchos de estos clásicos
pero con un trasfondo muy moderno. A estas alturas, ya no se puede
negar que Apple lo está dando todo para
ofrecer propuestas televisivas originales y diferentes dentro de un
mercado cada vez más saturado y que, por ende,
empieza a adolecer de una alarmante falta de ideas. Desde luego, las
jugadas no siempre pueden salir a la perfección y en ‘Schmigadoon!’ no
todo funciona como debería, pero cuenta con los ingredientes justos para ser
una ficción divertida y refrescante. Eso sí,
si los musicales nunca han sido lo tuyo es muy probable que la
aborrezcas, pero si en cambio disfrutas de ellos, adelante,
porque lo pasarás muy bien.
Puntuación: 7/10
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