Ofrece exactamente lo esperado: una historia de madurez y superación dulce,
motivadora, muy entretenida y llena de humor marca de la casa.
Después de que Evan (Brady Noon), de 12 años, fuera
apartado sin muchas contemplaciones de los Ducks, él y su
madre Alex (Lauren Graham) se propusieron construir su
propio equipo de inadaptados y hacer frente a esa cultura competitiva en la que todo vale para ganar. Con ayuda de Gordon Bombay (Emilio Estevez), redescubren el
placer de jugar solo por amor al deporte.
Disney+ vuelve a meter el dedo en la llaga de la nostalgia
recuperando una de sus franquicias más exitosas de principios de los 90.
Una trilogía de películas que marcaron a toda una generación y que incluso
ayudaron a la creación de los ahora Anaheim Ducks, el equipo profesional
de hockey sobre hielo fundado por la propia The Walt Disney Company para
competir en la NHL, la liga más importante del mundo en lo referido este
deporte. Después de 25 años desde el lanzamiento de la última entrega,
¿qué ha sido de Gordon Bombay y los Patos Poderosos? ¿Logrará este nuevo
grupo de niños hacernos olvidar a Charlie, Guy, Connie, Fulton, Lester, Greg,
Adam y compañía?
Por desgracia, no encontramos con que ya nada es igual en el equipo de
los Patos. Ahora lo vital es ganar, ganar y ganar, traicionando así a
la verdadera razón por la que aquellos niños del Distrito 5 de Minneapolis
formaron una inolvidable familia: jugar para divertirse. Es así como
conocemos a un Evan (Brady Noon) que, al igual
que Charlie en su momento, solo vive por y para el hockey. No obstante… no se le da del todo bien, pero eso no le quita las
ganas de seguir jugando aunque sea al lado de otros…
digamos que mucho menos inspirados en el juego. Lo más sorprendente
es que
este nuevo grupo de protagonistas resulta tan carismático como el de las
películas, con el añadido de que
todos y cada uno de ellos son un completo desastre jugando al hockey.
Al menos, los originales tenían alguna virtud palpable lista para ser
explotada. Pero aquí, a excepción de la experiencia de Evan y los reflejos
de gamer de Koob (Luke Islam), ninguno parece tener nada en especial
más que la necesidad de poder ser ellos mismos. Menos mal que cuentan
con el apoyo de una estimulante Alex (Lauren Graham), que a pesar de
su ajetreado trabajo, lo da todo para hacer a su hijo feliz. Para colmo,
nuestro querido Gordon Bombay (Emilio Estevez)
ahora es una especie de Luke Skywalker en ‘Los últimos Jedi’. Tocado
y hundido, el ex-entrenador
se dedica a comer tarta y ser un completo necio mientras cuida del
negocio a su manera. Ni quiere saber nada sobre el hockey, ni le apetece tratar con niños.
¿Cambiará? Todo parece indicar que sí.
Tampoco nos engañemos, pues ‘Somos los mejores: Una nueva era’
ofrece nada más y nada menos que lo esperado: una historia de madurez y
superación dulce, motivadora, muy entretenida y llena de humor marca de la casa. Es bien sabido que Disney no se arriesga demasiado en este tipo de apuestas
y opta por repetir la misma fórmula de las películas, solo que esta vez
maquilla todos sus lugares comunes con una ligera vuelta de tuerca y un aura moderno. Además, al menos en estos tres primeros episodios, la serie
cuenta con un ritmo algo más sosegado y pierde parte de ese tono
gamberro
que caracterizaba a la trilogía original.
Sin embargo, aunque no va a revolucionar ni el mundo de las series ni el
catálogo de la plataforma, el conjunto
vuelve a funcionar a las mil maravillas y nos deja con
una trama a la altura de sus predecesoras y unos personajes
prometedores. Aparte de los mencionados Evan y Koob, hay que añadir que
Nick (Maxwell Simkins), Logan (Kiefer O’Reilly),
Maya (Taegen Burns), Lauren (Bella Higginbotham) y
Sam (DJ Watts) lo tienen todo para ganarse el corazón de los
espectadores nuevos y veteranos. Si a esto le unimos que en la ficción
puede apreciarse un gran amor hacia material original, no cabe duda
de que la serie ha empezado con buen pie. Esperemos que continúe siendo así.
Puntuación: 7/10
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