Retrato del estrés postraumático y la drogadicción tan personal como
insustancial y corriente.
Cherry (Tom Holland) pasa de abandonar la universidad a servir en Irak
como médico del ejército y únicamente mantiene un vínculo con su único amor
verdadero, Emily (Ciara Bravo). Cuando Cherry regresa a casa como un
héroe de guerra,
lucha contra los demonios del trastorno de estrés postraumático no
diagnosticado y se convierte en un adicto a las drogas, rodeándose de una serie de inadaptados depravados. Al quedarse sin dinero,
Cherry recurre al robo de bancos para financiar su adicción, rompiendo su
relación con Emily en el camino.
Este mes, Apple TV+ estrena esta adaptación de la novela homónima de
Nico Walker, que se basó en sus vivencias personales para contar su experiencia en la guerra y posterior adicción a las drogas. Su historia, se desarrolló en la que hasta ahora es la peor etapa de la crisis de opioides que continúa arrasando con el
pueblo estadounidense. Una crónica llena de dolor en la que también aprovecha para
denunciar a la sociedad y al sistema por su trato precario hacia los
veteranos de guerra. Tras las cámaras se encuentran Anthony y Joe Russo (Vengadores: Endgame), que cambian las capas y las mallas de los
Vengadores por
el estrés postraumático y los robos de banco un tanto cutres. En
principio, esta parece una buena estrategia para alejarse del estigma de los
grandes estudios y la falta de libertad creativa. Sin embargo, los hermanos
Russo se pasan de rosca y
anteponen su egocentrismo visual al impacto emocional de un relato tan
humano.
Aunque la dudosa elección de casting salta a la vista, la verdad es que
Tom Holland (El diablo a todas horas) logra defenderse y nos ofrece una interpretación bastante correcta. No
era nada fácil, pues su personaje
exige al actor explorar ciertas facetas interpretativas que hasta ahora han
permanecido ocultas
entre tanta animación y tantos superhéroes. No obstante,
consigue aportar los matices convenientes a un Cherry que, de ser un niño
bueno en busca de amor y honor, pasa a convertirse en
un individuo atormentado que llega a apreciar más la droga que su propia
existencia. Siguiendo casi el mismo camino, a su lado encontramos a una
sensacional Ciara Bravo (A Teacher), una ‘niña Nickelodeon’ algo más
desconocida en nuestro país. Su Emily se deja llevar por el romance hasta
que su vida acaba dependiendo de él, en todos los aspectos imaginables.
Ambos lo dan todo y
sus interpretaciones son suficiente razón para que la cinta no resulte un
completo desastre.
En unas largas dos horas y veinte minutos, ‘Cherry’ se agarra a una
premisa sobreexplotada y realiza
un retrato del estrés postraumático y la drogadicción que no resulta
interesante ni novedoso. Además, su previsible guion
se recrea demasiado en una narración innecesaria durante muchas de las
secuencias, sobre todo en aquellas en las que
el protagonista insiste en narrar o romper la cuarta pared para contarnos lo
que ya estamos viendo. Tampoco ayuda un montaje sobrecargado el cual, unido a
un estilo visual más pomposo de lo que la historia requiere, convierten a
la cinta en
un conjunto de clichés y referencias ejecutadas con más oportunismo que
elegancia. Desde luego, si los hermanos Russo pretendían alejarse de Marvel con el
objetivo de evitar su encasillamiento, con este filme lo han conseguido. Sin
embargo, el resultado ha sido el de
un producto tan personal como insustancial y corriente.
Puntuación: 5,5/10
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