La animación tradicional todavía tiene la habilidad de sorprendernos y lo
demuestra con esta encantadora aventura.
En una época de superstición y magia, una joven aprendiz de cazadora,
Robyn Goodfellowe, viaja hasta Irlanda con su padre para
aniquilar a la última manada de lobos. Robyn se lanza a explorar las tierras prohibidas fuera de los muros de la
ciudad y, allí, traba amistad con Mebh, una niña de espíritu libre
que pertenece a una misteriosa tribu cuyos miembros, según cuentan,
se transforman en lobos al caer la noche. Mientras ayuda a Mebh a buscar
a su madre desaparecida, Robyn descubre un secreto que
la acerca cada vez más al mundo encantado de los Wolfwalkers
que su padre tiene encomendado destruir.
Por fin, Apple TV+ estrena en unos días
la película de animación más esperada del año. El nuevo trabajo de
Tomm Moore (La canción del mar, El secreto del libro de Kells) en
colaboración con el debutante Ross Stewart, se presentó con
éxito de crítica en el Festival de Toronto y llega desde Irlanda para
encandilar a toda la familia con
su delicioso estilo de dibujo a mano y una historia conmovedora. El
corazón de la trama está basado en uno de los relatos irlandeses concernientes a
los hombres lobo de Ossory, en el cual, se narra
la maldición que San Patricio lanzó contra un clan opositor del
cristianismo. El castigo consistía en otorgar a los miembros la habilidad de convertirse en
animales mientras duermen, dejando atrás su vulnerable cuerpo humano.
Así, nos encontramos en un poblado cualquiera rodeado de bosques y lobos en
plena conquista de la Éire medieval.
El argumento se centra en
dos protagonistas que habitan en dos mundos muy dispares entre sí.
Robyn es la aventurera hija de un cazador que
se encuentra enclaustrada dentro de los muros del pueblo. La joven
se niega a ser condenada a una vida de ama de casa en tiempos de hombres
y no duda en conseguir su objetivo a la menor oportunidad. Por otro lado,
Mebh
es una Wolfwalker que representa a la
libertad y a una naturaleza cada vez más profanada y castigada. La loba
no vacila a la hora de ayudar a un humano herido, aunque su manada sea
perseguida continuamente por ellos. Ambos personajes nos ofrecen
un conflicto continuo entre ser salvaje y libre o encarcelada y
reprimida. Un dato a destacar es que el estilo del dibujo cambia dependiendo de
si la acción se sitúa en el poblado o en el bosque. Además, los trazos
de Robyn
se transforman a medida que su personaje evoluciona en la historia.
‘Wolfwalkers’ es una aventura encantadora y toda una delicia visual. La película demuestra que la animación tradicional todavía tiene la habilidad de sorprender
en tiempos de CGI. Es
una hermosa y absoluta celebración del cada vez más denostado dibujo a
mano
que maravilla tanto como lo hacían las primeras películas de Disney. Pero,
no es solo la belleza de sus trazos lo que hace de este un maravilloso
filme. La música también es
cautivadora y combina a la perfección con todo lo que vemos. Asimismo,
la historia, aunque de estructura convencional, resulta lo suficientemente
interesante gracias a sus entrañables protagonistas y su
buen uso del folclore irlandés, siempre tan mágico como enigmático.
Para redondear el conjunto, la cinta es
una carta de amor a la naturaleza y un hermoso llamamiento a la libertad y
a la paz. Sin duda alguna,
nos encontramos ante el nuevo clásico de la animación. Todo un triunfo.
Puntuación: 9/10
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