Aunque floja y previsible, la película es una comedia navideña muy Disney que
se puede disfrutar en compañía de toda la familia.
La hija de Kris Kringle tiene
mucho espíritu navideño y muchas ganas de hacer algo importante como su
hermano Nick (Bill Hader), que
se convertirá en Santa Claus esta Navidad, siguiendo los pasos de su
padre. Cuando Nick está a punto de derrumbarse por la presión cual casita
de caramelo, Noelle (Anna Kendrick) le sugiere que se tome un descanso y
se vaya… pero no vuelve. Noelle deberá encontrar a su hermano y traerlo
de vuelta a tiempo para salvar la Navidad.
Un año más tarde llega a nuestro país una nueva película
navideña que cuenta con ese característico toque Disney de magia,
momentos encantadores y estupendas moralejas. En esta ocasión,
el helado y patriarcal Polo Norte es el escenario inicial de esta
historia de amor a la tradición y el progreso. La cinta escrita y
dirigida por Marc Lawrence (¿Qué fue de los Morgan?, ¿Cómo se escribe
amor?) plasma el hogar de Santa Claus como un lugar en el que
los hombres ocupan todo el poder. Noelle tiene más luces y espíritu
festivo que su hermano, pero
es este el que debe de calzarse el gorro rojo
y repartir felicidad por el mundo solo por su género, a pesar de ser
un completo desastre. Una
inteligente alegoría con la que es imposible no sentirse identificado,
para bien o para mal, si la aplicamos a muchos aspectos de la realidad.
Anna Kendrick (Dummy, Love Life) y la mítica Shirley MacLaine
(Mi última palabra, La sirenita) interpretan a los personajes más
interesantes. Kendrick es el alma de la película y sigue siendo tan
carismática como siempre, en especial en un papel en el cual
tiene que descubrir un mundo desconocido y todo lo que eso conlleva. No como Bill Hader (Toy Story 4,
It: Capítulo 2), que pasa por la cinta sin pena ni gloria. Sin embargo,
gran culpa de nuestras risotadas la tienen los animalitos torpes y
graciosos marca de la casa. Mira que uno intenta resistirse, ser fuerte y pensar que uno ya está
demasiado mayor para estas cosas… ¿pero, de qué sirve? Al final
es inevitable dejarse llevar por las torpezas de nuestros amigos
peluditos y adorables. Y aunque sea un recurso algo facilón y tramposo, cuantos más, mejor.
‘Noelle’ es una película cálida, inofensiva y llena de un humor
tontorrón que mezcla chistes infantiles y comedia física. Muy del estilo
Disney. Además, la cinta da un giro feminista a la Navidad con un
hermoso mensaje para todos:
tradición y progreso no tienen por qué ser incompatibles. Lástima
que vivimos en una sociedad donde todavía existen individuos que prefieren el
arte de la amargura
a dejar ser feliz a los demás. Y aunque el film en su conjunto sea
flojo y previsible, no significa que no sea
entretenido y disfrutable, sobre todo en familia. También es
apto para espectadores poco exigentes o con exceso de espíritu festivo.
Ojalá ser como el personaje de Kendrick, para así poder redescubrir el mundo
desde cero…
Puntuación: 5,5/10
Ver ahora en:
Recuerda que puedes seguirnos en
Facebook,
Twitter
o
Instagram.