No sorprende ni resulta espectacular, pero es una entretenidísima miniserie de
tres episodios basada en un escándalo que dio la vuelta al mundo.
Cuando el productor televisivo Paul Smith (Mark Bonnar)
lo apuesta todo para poner en marcha un ambicioso concurso, una familia aficionada a los juegos de preguntas
ve la oportunidad de aprovechar su particular obsesión para ganar un dinero
extra. Charles (Matthew Macfadyen), antiguo comandante del ejército británico
y el más ajeno al popular formato, se convierte en la última esperanza de los
Ingram. Su primera noche es un desastre, pero,
en su segundo intento, Charles
se revela como un gran concursante y su renovada estrategia resulta ser
tan sorprendente como exitosa. Pero los productores de la cadena perciben
una serie de detalles que les hacen sospechar de un posible fraude.
Si existe un concurso de preguntas que ha arrasado en todo el mundo desde su
creación ese es sin duda alguna ‘¿Quién quiere ser millonario?’. El
famoso programa de televisión ha sido emitido en más de 150 países y ha
repartido numerosos millones entre un incontable número de concursantes. A lo
largo de su longeva historia,
hubo un escándalo en concreto que estuvo a punto de derribar los cimientos del exitoso ‘quiz show’. La
impresionante participación de Charles Ingram no solo destacó por
las sospechas de fraude posteriores a su triunfo, sino también por el
descubrimiento de
una amplia red de exconcursantes y potenciales candidatos que compartían
un sinfín de trucos, tácticas y ayudas con el objetivo de participar y ganar el
premio máximo.
Resulta muy curioso que ITV, la cadena que llevó el concurso a
televisión, sea la encargada de distribuir y emitir esta miniserie para
Reino Unido. Extraño, como si diecisiete años después todavía
necesitara seguir
esclareciendo y beneficiándose de un tema que ya ha explotado de sobra.
Más increíble es que se haya atrevido a adaptar una obra de teatro y una novela
que muestran algo de objetividad a la hora de retratar la historia
tras haber realizado un documental en el que afirma con rotundidad, e
incluso con cierto tono sarcástico, la culpabilidad de la familia Ingram.
Las imágenes reales están ahí y se pueden encontrar de forma legal en
Internet. Pero, intereses y puntos de vista aparte, la ficción acierta en todos sus
apartados aunque no sea de una forma espectacular.
‘Quiz, el escándalo de ¿Quién quiere ser millonario?’ llega en un
formato de tres episodios bien diferenciados que cuentan la creación
del concurso, la participación de Ingram y los juicios posteriores
respectivamente. La narrativa no sorprende, pero es una miniserie basada en
hechos reales que funciona como una entretenidísima película de dos horas y media con una producción equilibrada y ciertas dosis de ficción. Llama
la atención
las diferencias que existen entre el programa tal y como se emitió, la
dramatización que la serie realiza del mismo y el vídeo de prueba editado
por los propios trabajadores de la cadena. Como espectador, queda en tus manos
investigar y sacar tus propias conclusiones acerca de un escándalo que dio la
vuelta al mundo y que a día de hoy continúa generando muchas dudas.
Puntuación: 7,5/10
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