Para mí, dirigir una película consiste en concentración más que nada. Tengo que estar atenta a todo: los detalles, el trabajo del equipo, la armonía entre todos en el set…
Con motivo de la 28ª Muestra Internacional de Cine de Mujeres de Barcelona, tenemos el placer de entrevistar a Caru Alves de Souza, directora de ‘Meu Nome é Bagdá’, siendo éste su segundo largometraje tras ‘De menor’ (2013). La cineasta, natural de Sao Paulo (Brasil), fue muy amable al dedicar parte de su tiempo a responder a nuestras preguntas. Esta entrevista se realizó mediante correo electrónico.
¿Hay algo de ti en Bagdá?
Yo nunca hice nada que fuera explícitamente autobiográfico, pero creo que en todo trabajo de autor hay algo de nosotros en niveles que algunas veces ni siquiera lo percibimos. En ‘Meu nome é Bagdá’, el estilo más tomboy de la protagonista y su actitud me recuerdan un poco a cuando yo era joven y hacía cosas que las chicas «no deberían» hacer. Otro rasgo fundamental de mi existencia que está en Bagdá es la influencia de las mujeres en su vida cotidiana, pues en mi familia siempre estuve rodeada de féminas, que fueron mis principales referencias.
¿Supuso alguna dificultad el enseñar a los patinadores a actuar?
No, en absoluto. Claro que hubo un esfuerzo muy grande para llegar donde llegamos y fue muy importante el trabajo de la productora de casting, Paula Pretta y de la preparadora de actores, Marina Medeiros. También tuve mucha suerte de encontrar chicas y chicos con mucho talento. Mi estrategia con el objetivo de alcanzar los resultados que quería de la actuación de los intérpretes fue escribir nuevamente el guion a partir de los ensayos y añadir a la historia muchas de las experiencias y personalidades de los propios patinadores.
¿Hay algún suceso de tu vida o de la alguna persona cercana que hayas incluido en la película?
No, realmente no he incluido ningún suceso de mi vida ni de nadie de mi entorno.
¿Cómo surgió la idea de realizar el filme sin un guion escrito?
La verdad es que por mucho tiempo el guion de ‘Meu nome é Bagdá’ consistió en pequeños trozos de papel, cada uno con una escena que iba escribiendo a lo largo de los días. Entonces, llamé a Josefina Trotta, la co-guionista, y le pedí que me ayudara a poner alguna orden en aquel caos. Sí que había un libreto, pero lo cambiamos en los ensayos, manteniendo la esencia de las escenas y de la historia que quería contar.
¿Crees que existe la misma proporción de patinadores que de patinadoras?
No, todavía hay muchos más patinadores que patinadoras. En un skatepark, por ejemplo, suele haber una mayor cantidad de chicos que chicas. Pero es cierto que desde que empecé a desarrollar el proyecto de ‘Meu nome é Bagdá’ hasta que comenzó el rodaje, el número de mujeres que patinan ha aumentado mucho y conocer a algunas de esas jóvenes me hizo cambiar la película, pues no podía ignorar este creciente protagonismo de las féminas en el skate.
Para los patinadores, subirse al monopatín supone abstraerse del mundo durante un rato. ¿Te pasa lo mismo cuando te pones detrás de las cámaras?
No, todo lo contrario. En mi opinión, dirigir una película consiste en concentración más que nada. Tengo que centrarme en todo: los detalles, el trabajo del equipo, la armonía entre todos en el set… O sea, una directora o un director tiene que estar atento a tantas cosas que… ¡hay que tener una atención gigantesca! Para abstraerme del mundo yo escucho música, que es otra pasión en mi vida.
La historia está inspirada en el libro ‘ Bagdá, o Skatista’, de Toni Brandão. ¿Se convirtió en uno de tus favoritos tras leerlo?
La obra fue una inspiración, un punto de partida y Toni Brandão es un escritor con mucho talento. Por eso, guardo el libro en un huequito muy especial de mi corazón. ‘Meu Nome é Bagdá’ es una película muy importante para mí por el resultado y la oportunidad de trabajar con gente muy talentosa que me ha enseñado tanto.
¿Qué te hizo querer dedicarte al mundo del cine?
Mis padres hacen cine, los dos son directores. Entonces, yo prácticamente crecí en un set de rodaje. Aunque el celuloide había formado parte de mi vida constantemente, decidí cursar la carrera de Historia. Pero, luego de terminarla, hice un taller de guion ya que siempre me gustó escribir. Redacté el libreto de un cortometraje que ganó un premio de producción; después de eso, no paré de crear películas.
Has hecho largometrajes, documentales y series. ¿Qué tipo de proyecto te suele gustar más realizar?
A mí no importa mucho el formato, pero me gusta realizar proyectos con mis amigos donde yo pueda conocer a las personas, lugares y situaciones nuevas. Sin embargo, me siento más cómoda haciendo ficción.
¿Has tenido la oportunidad de ver algún cortometraje o película que se haya presentado en este festival?
No, lamentablemente, no. Pero me gustaría mucho, pues la programación del festival es increíble y estar rodeada de tantas mujeres muy talentosas es un placer muy grande. Lo que pasa es que las películas sólo están disponibles en España, y yo vivo en Brasil.
Actualmente, ¿te encuentras trabajando o tienes pensado algún nuevo proyecto?
Sí, estoy trabajando en muchos proyectos. Me encuentro escribiendo, conjuntamente con más de 4 profesionales, el guion de una serie de ficción basada en mi primer largo, ‘De Menor’. Además, ando con otros dos largometrajes del mismo género: uno se llama ‘Corações Solitários’, sobre el día a día de una mujer dueña de un cine porno en São Paulo (la ciudad donde vivo) y el otro lleva por título ‘Ilha Comprida’, una película zombie que supone mi primera experiencia con películas de terror.
Meu nome é Bagdá (2020)
Bagdá es una chica con mucha personalidad. Sólo respeta a quien merece su respeto. Tiene el pelo corto, lleva los pantalones abrochados en la cintura y no se separa de su monopatín. Vive en una casa llena de mujeres fuertes y emancipadas y pasa sus días en el skatepark con un grupo de chicos. Al igual que su protagonista, la directora se mueve a través de la película con total confianza y originalidad, sin rehuir cuestiones como la violencia, el sexismo o la LGTBIfobia, pero sin dejar de celebrar la solidaridad, el sentido del humor y la resistencia.
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Esperamos que os haya gustado la entrevista. Muchas gracias por leernos. ¡Hasta la próxima!